Contribución para la Edición Especial Apocalipsis en Hiroshima y Nagasaki...

Del doctor Rubén Mares Gallardo

Señor director:

Mientras tanto, permítame difundir las siguientes notas históricas para contribuir a la conmemoración que Proceso hará de esa tragedia, donde fueron actores simultáneos la ciencia y el poder militar.

Todo inició con el artículo de Albert Einstein aparecido en los Annalen derPhysik (1905), cuyo título era: ¿Depende la inercia de un cuerpo de su contenido de energía? De allí la famosa fórmula de Einstein: Energía es igual a la masa multiplicada por la velocidad de la luz al cuadrado.

El propio Einstein, al final del artículo, abre los postigos hacia la era atómica cuando escribe: "No hay que descartar la posibilidad de poner a prueba esta teoría utilizando cuerpos cuyo contenido de energía es variable en alto grado (por ejemplo, sales de radio)".

Y la prueba llegó. En 1938 tuvo lugar la fisión del uranio por Otto Hahn, Strassmann y Lise Meitner. No debemos olvidar los trabajos pioneros sobre fisión, masa crítica, de Bohr, Wheeler, Peierls y el propio Heisenberg.

Un año más tarde, en agosto de 1939, tres refugiados judío-húngaros (Szilard -quien se arrepintió después-, Eugene Wignery Edward Teller) convencieron a Albert Einstein de enviar una carta a Roosevelt para concientizarlo del peligro de que Hitler consiguiera la bomba atómica, luego de que se registraron algunos movimientos de uranio en la antigua Checoslovaquia. Roosevelt no respondió de inmediato. Pero Vannevar Bush, el propulsor del MIT, y Compton iniciaron los estudios, los que llevaron a Roosevelt a aprobar el Proyecto Manhattan, que arrancó el 9 de octubre de 1941 y costó 2 mil millones de dólares.

En ese proyecto participaron las élites de los científicos ingleses y estadunidenses, como Oppenheimer, Lawrence, Compton, el ítalo-estadunidense Enrico Fermi, el húngaro-estadunidense John Von Neumann, Teller y muchas otras prime donne, como las llamaba Groves, el jefe militar del proyecto. Caso notable y de alto valor humano fue el de Richard Feynman. Se acababa de doctorar con Wheeler en el IAS de Princeton y fue invitado al proyecto. Sabía que Arlenne, su esposa, ya estaba en los límites de su tiempo, y, con la aprobación de Oppie y Groves, se la llevó a Albuquerque, donde falleció.

Si el propósito era aniquilar a Hitler, fueron los japoneses los aniquilados, y hay que hacer notar que Pearl Harbor ocurrió meses después, en diciembre de 1941, del inicio del proyecto.

El 16 de julio de 1945 se realizó la prueba atómica llamada...

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