Colaborador Invitado / PPS: la bala de plata del Gobierno

AutorColaborador Invitado

Francisco Fernández-Castillo

La competitividad de México, medida a partir de la formación bruta de capital fijo por persona al año, es probable que mejore en los próximos 2 años. Pronosticar que mejorará en términos absolutos, es decir, con respecto a sí mismo, no es una extraordinaria noticia, sobre todo si tenemos en cuenta que cualquier situación deberá ser mucho mejor que la de 2009. Lo interesante es ahondar en por qué lo hará también con respecto a otras economías.

Al respecto, comenzaré por decir que estoy lejos de ser el único que piensa de esta manera. El consenso de instituciones financieras de nivel mundial reconoce que, en los próximos años, la producción y el consumo mundial estarán liderados por Asia y Latinoamérica. Esta afirmación, obviamente, es coherente con la afirmación, también consensuada, de que la recuperación (recuperación y vuelta a crecimiento no es lo mismo) de Estados Unidos y, más tarde, la de Europa, tardará en producirse algo más de 3 años. El líder indiscutible en Asia será China, y en Latinoamérica será Brasil. Otras economías, como la rusa y la hindú, completan las cuatro grandes locomotoras del crecimiento y del consumo. Así, se espera que para los próximos 2 años, el mundo crezca a un ritmo anual de 4.5 por ciento y, en conjunto, China, Rusia, India y Brasil lo harán al 9.3 por ciento, dejando a Estados Unidos y Europa galopando a ritmos del 2.3 por ciento.

En el caso de México se esperan ritmos de crecimiento para este año de entre el 4 al 6 por ciento. Para lo anterior, existen catalizadores y obstáculos. Por el lado positivo, destaca el repunte del consumo, motivado por menores tasas de interés, un tipo de cambio competitivo y un desempleo menor al de otros países. En el último trimestre de 2009, la producción industrial en México comenzó a recuperarse y la automotriz, en particular, lo está haciendo desde comienzos de este año. La austeridad fiscal y el buen manejo de las finanzas públicas son otro de sus puntos fuertes. Por el lado de los posibles obstáculos se encuentra nuestra excesiva dependencia de la economía de Estados Unidos, que implicará manejar ritmos de crecimiento vía exportaciones menores a los que se podrían conseguir de estar más diversificados.

Por suerte o por desgracia, las expectativas de crecimiento anteriores no están blindadas a lo que desde los poderes de México, particularmente los gobiernos, se haga o se deje de hacer por alcanzarlas. Además de la necesidad de generar las...

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