Las claves de la masacre

AutorTemoris Grecko

Las potencias occidentales no dudan en denunciar al régimen del presidente sirio Bashar al Assad y exigir su renuncia. Se trata, afirman, de un gobierno que además de reprimir manifestaciones pacíficas con violencia armada utiliza al ejército para masacrar a los ciudadanos.

Para condenar al régimen mencionan las numerosas matanzas de civiles perpetradas por los militares, entre éstas las que dejaron las mayores cifras de muertos durante estos dos años y medio de guerra: entre 320 y 500 en Darayya, en agosto de 2012; 250 en Jdaidet al Fadi, en abril de 2013, y entre 128 y 245 en Bayda y Baniyas, en mayo de 2013.

El miércoles 14 el ejército egipcio montó en El Cairo un operativo para forzar el levantamiento de dos campamentos de simpatizantes de Hermanos Musulmanes, establecidos en protesta por el golpe de Estado con el que el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas (CSFA), apoyado por un abanico de grupos políticos, derrocó el 3 de julio último al presidente Mohamed Morsi, electo un año antes en los primeros comicios libres que hubo en el país, y lo puso bajo arresto e incomunicación.

Los videos muestran que las fuerzas armadas usaron vehículos blindados, bull-dozers, fuego de francotiradores y ametralladoras contra multitudes desarmadas de hombres, mujeres y niños. En algunas imágenes se aprecian decenas de cadáveres quemados en posiciones de dolor, lo cual sugiere que estaban vivos mientras ardían. Las mezquitas y recintos utilizados como clínicas de campaña aparecen arrasados. En morgues improvisadas los cadáveres se amontonan.

En sólo 24 horas las cifras de muertos se iban elevando a grandes saltos. Entre la noche del miércoles y la del jueves, hora de Egipto, pasaron de 65 a 215, y al cierre de esta edición a 525. Estos son los números oficiales del Ministerio de Salud. Por su parte, los Hermanos Musulmanes afirmaban que había al menos 2 mil muertos.

Cada año Estados Unidos entrega mil 300 millones de dólares en ayuda militar al ejército egipcio. Esto es parte de los acuerdos de Camp David firmados por palestinos e israelíes en 1977 bajo los auspicios del entonces presidente James Cárter. A cambio de este dinero, Egipto se asegura de que Israel no tenga problemas en su frontera sur.

Sin embargo, una ley del Congreso estadunidense estipula que las transferencias serán interrumpidas si en El Cairo hay un golpe de Estado. La administración del presidente Barack Obama ha evitado llamar por ese nombre al derrocamiento de Morsi. Incluso el secretario de Estado, John...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR