'Con una al cinto, ganas respeto'

AutorBenito Jiménez

MÉXICO.- La vio en el suelo y la levantó. Martín, un comerciante de Tepito guardó entre sus ropas una pistola Pietro Beretta calibre 9 milímetros. Se le enchinó la piel con sólo portarla.

El joven de 23 años fue testigo de una las tantas balaceras que ocurren en su barrio.

"Se disparaban entre dos grupos, uno de ellos subió a una moto y en la huída se le cayó la pistola, la tuve a dos metros de mí y no resistí ir por ella. Me la quedé", narra.

La balacera ocurrió en junio de 2004. Desde entonces había conservado la pistola. "La limpiaba, la contemplaba, hacía como que apuntaba. No quería tenerla lejos de mis manos. Tenía 4 tiros útiles", recuerda.

Asegura que nunca la utilizó, pero sí se dio el lujo de llevarla a una que otra fiesta.

"Te conviertes en otra persona con un arma al cinto, tus amigos te ven y te ganas otro respeto. Es diferente", explica.

La pistola que recogió Martín es para uso exclusivo de las Fuerzas...

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