Carlos Medina Plascencia/ Consolidar la transición
| Autor | Carlos Medina Plascencia |
No estamos luchando por obtener una victoria, no estamos luchando por conquistar una gloria, estamos luchando por el bien de México.
Efraín González Luna, 1946.
La historia del México contemporáneo registra que la participación social en la toma de decisiones fue menospreciada por el autoritarismo de los gobiernos priistas, más preocupados y ocupados por afianzar su poder, que por resolver los problemas de fondo del país.
Los rasgos del autoritarismo presidencial y la ineficacia de sus acciones fueron factores que finalmente hartaron a los mexicanos, quienes el 2 de julio del año pasado, con su voto, decidieron poner fin a esa "monarquía sexenal hereditaria", como la definiera Daniel Cosío Villegas.
Un paso fundamental en el proceso de la transición mexicana a la democracia era la alternancia en la Presidencia de la República y los esfuerzos de muchos años, de muchas mujeres y de muchos hombres en todos los ámbitos, en forma pacífica y a veces, desafortunadamente, en forma violenta, se vieron colmados con el arribo de Vicente Fox a la Primera Magistratura del país.
Igualmente, el 2 de julio del año pasado, los electores mexicanos reiteraron su voluntad de tener un Congreso con mayoría no absoluta de una sola fracción, enviando así un mensaje a los nuevos legisladores de asumir una actitud de concertación, de responsabilidad social conjunta, más allá de los intereses de cada partido.
Esa etapa de la transición cobró forma a partir del 1o. de diciembre en que Vicente Fox tomó posesión como Presidente, tras 71 años de régimen priista. En su primer discurso estableció lo que sería -y es- una divisa fundamental de una nueva cultura política, el poder compartido. "El Presidente propone y el Congreso dispone", manifestó desde su primer día el guanajuatense, en una frase que resume el tono político de lo que ha sido su administración en este primer semestre.
Ese reconocimiento de la división de poderes, ya estando en la silla presidencial, marca algunos de los rasgos distintivos en esta etapa de la transición mexicana.
Existe una conciencia de que, si bien es cierto que Vicente Fox encarnó los anhelos de muchos, a su llegada abonaron movimientos y personalidades políticas que en su momento labraron cambios en el anterior sistema político mexicano, desde los ferrocarrileros, los movimientos estudiantiles del 68 y del 71, la participación de la sociedad ante el fracaso económico de López Portillo en el 82; las elecciones del 85, las del 88, etcétera...
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