Caos de seguridad y más muerte en el Morelos de Graco

AutorJaime Luis Brito

CUERNAVACA, MOR.- El pasado lunes 12, el comisionado de Seguridad de Morelos, Jesús Alberto Capella Ibarra, puso su renuncia sobre la mesa del gobernador Graco Ramírez. Estaba harto de "la clase política", asentó, de sus "ánimos revanchistas" y las "enemistades" que tornan aún más complicado el combate al crimen.

El documento fue filtrado alrededor de las siete de la noche por un funcionario de alto nivel del gobierno de Ramírez. Mientras la carta circulaba en las redes sociales y los periodistas buscaban la confirmación, la Comisión Estatal de Seguridad Pública y el Mando Único entraron en crisis.

A las nueve de la noche, Capella Ibarra debió salir a las redes sociales para reprochar la filtración -que atribuyó a "grupos delincuen-ciales o algún policía corrupto que todavía tenemos por ahí"- y afirmar que continuaba en el cargo, pero nunca afirmó claramente que la carta filtrada fuera falsa. Porque no lo es. La misiva es tan cierta como el hecho de que sigue sobre la mesa del mandatario, tal como el servidor público confesó al diario Reforma al día siguiente. Proceso buscó a Capella para una entrevista, pero la rechazó con el argumento de que su agenda está llena.

A partir del lunes 12 comenzó a correr el plazo que él mismo se puso en la carta, de 45 días, a fin de "cerrar círculos" y hacer la transición. Para que el perredista Graco Ramírez decida quién ocupará su cargo. Entre tanto, el estado vive el peor año en materia de seguridad pública en la actual administración.

En el fondo hay varios asuntos. Destaca el hecho de que el esquema del Mando Único nunca se consolidó: la violencia no se redujo, continúa la infiltración de los cuerpos policiacos por parte de los grupos criminales y los policías siguen con los mismos sueldos. Otro aspecto notorio es que a la llegada de Capella, el Congreso local decidió recortar las participaciones a los municipios en 5%, lo que se tradujo en una reducción real de 25% de los ingresos municipales. Este ahorro -de mil 100 millones de pesos- debía fondear el combate al crimen, pero no se consiguieron resultados tangibles.

La llegada

Proveniente de Tijuana, donde fue el responsable de Seguridad Pública y dejó algunos pendientes en materia de rendición de cuentas, Capella llegó a Morelos el 6 de enero de 2014, con la recomendación de la Secretaría de Gobernación federal bajo el brazo y el aura de ser un "superpolicía" que -en su calidad de abogado- "enfrentó a balazos" en el norte del país a un grupo de...

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