Cantlie, el secuestrado estelar

AutorTémoris Grecko

Con este video de 3 minutos y 21 segundos, difundido el jueves 18, Cantlie anunció que será el presentador de una nueva serie en la cual "les voy a mostrar la verdad sobre los medios occidentales que tratan de arrastrar al público de regreso al abismo de otra guerra con el Estado Islámico", un conflicto que, como los de Afganistán e Irak, "es imposible ganar".

Para mantener la cabeza en su sitio, Cantlie debe hacer su mayor esfuerzo para parecer convincente y sincero. No es una metáfora, sino una realidad. En el último mes sus secuestradores difundieron otros tres videos en cada uno de los cuales degollaban a uno de su cautivos: los estadunidenses James Foley y Steven Sotloff y el británico David Haines.

No está claro si el EI ha cambiado de táctica o seguirá cortando cabezas (la siguiente, según fue anunciado tras la ejecución de Haines, está en peligro de ser la del trabajador humanitario, también británico, Alan Henning) al tiempo que lleva adelante su serie, pero no hay duda de que Cantlie está en un grave riesgo, como admite en su alocución: "Tal vez pueda vivir y tal vez moriré, pero quiero aprovechar la oportunidad de presentarles algunos hechos que puedan verificar, hechos que si los toman en cuenta podrían ayudar a preservar vidas".

Con este giro, el EI derribó el "apagón informativo" que había establecido la familia de Cantlie sobre su caso. En diversos círculos -especialmente en el gremio de periodistas que cubren Medio Oriente- se debate la conveniencia de imponer o no dichos "apagones", pues mientras algunos creen que mantener el silencio facilita las negociaciones con los secuestradores, otros aseguran que es inútil y provoca que, por desconocimiento, más incautos caigan en la trampa y sean secuestrados.

El caso de Cantlie, sin embargo, era especial y había consenso en que el "apagón" era necesario.

El 19 de julio de 2012 Cantlie y el periodista holandés Jeroen Oerlemans cruzaron a Siria desde Turquía y su guía los condujo a un campamento de yihadistas británicos, quienes los capturaron. Fracasaron en un intento de escape del cual ambos resultaron heridos de bala: Cantlie en un brazo y Oerlemans en la pierna. Una unidad del rebelde Ejército Sirio Libre se enteró de su intento de fuga y el 26 de julio trató de rescatarlos.

De vuelta en Londres, Cantlie presentó una denuncia contra sus presuntos compatriotas que lo secuestraron, entre ellos Sha-jul Islam, de 27 años, Jubayer Chowdury, de 25 y Najul Islam, de 32. Éstos fueron...

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