Los candidatos en la parodia escénica

AutorColumba Vértiz De La Fuente

Los candidatos a la Presidencia, incluso el mandatario Enrique Peña Nieto y otros políticos actuales, se encuentran bajo la lupa de los actores y escritores de la sátira, no sólo para entretener, también para reflexionar sobre la situación actual de México, señalan.

La pieza teatral Quique emperador, redactada y dirigida por Carlos Pascual muestra, como lo dice su subtítulo, "el festín de la clep-tocracia" donde se critica cómo los acaudalados no desean dejar el poder; y por otro lado, El privilegio de mandar, tanto en la pantalla chica como en el teatro, intenta que la gente conozca a los políticos que compiten para la Presidencia y vote el próximo 1 de julio, a decir de los histriones del elenco.

Los senadores y sus alianzas

Creador de los espectáculos La Marta del Zorro, Pejemán vs El hijo del Averno, El esperpento de Norberto y Las tandas del Centenario, Carlos Pascual relata en entrevista que desde hace algunos años se encontraba alejado de la escritura de sátira política, "pero de repente tuve una imagen de unos senadores rufianes y a partir de ahí empezó a surgir Quique emperador".

Es una obra que escribió hace un año, "aunque no es fácil levantar una idea teatral en México y menos del tamaño de este proyecto".

Quique emperador se sitúa en la Antigua Roma, donde los senadores Crápula (Rafael Inclán), Espurius (Fernando Ciangherotti), Probus (Mario Casillas) y Falacius (José Eduardo Derbez) pactan turbias alianzas que definirán el futuro del imperio débilmente gobernado por el emperador Quique (muy parecido a Enrique Peña Nieto), protagonizado por Pilar Boliver.

A estos legisladores poco importa lo que deban acometer para retener los hilos del poder y del dinero. Así que la decadente Roma se sumirá en un torbellino de traiciones y sangre. El también escritor de teleseries destaca que es una severa crítica "a este sistema que nos carcome, nos corroe, y no importa quién vaya a ganar las elecciones, porque ahí seguirán los senadores tejiendo y manejando y les vale quién suba en realidad, los poderes fácticos están en otro lado". Pascual explica categórico:

Si se lograra un cambio en el país, la parte de la cleptocracia no abandonará tan fácilmente sus privilegios. Uno de los personajes dice una frase de Fidel Veláz-quez: 'A balazos ganamos el poder, a balazos lo dejamos'. No lo van a dejar. Eso es parte del juego de la obra.

Quique emperador ofrece un sinnúmero de frases de expresidentes o políticos del pasado y, por supuesto, del presente; empero, la parte central en la trama son los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa desaparecidos en Iguala, Guerrero, ilustra Pascual:

"Fue una decisión mía incluir ese tema tan doloroso, tan fuerte, en una comedia. Igual abordo la violencia contra las mujeres, pero no me estoy burlando de las víctimas sino de los victimarios, los senadores... Una de las ventajas de la sátira política es que te puedes reír de lo que en realidad lastima y enoja muchísimo."

Resulta muy delicado caer en lo banal en este tipo de obras, "la clave es irse al hecho duro y darle una...

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