Cambios perniciosos

AutorJesús Cantú

Los malos resultados del gobierno federal, particularmente en las materias de seguridad y economía (agravada la primera por las matanzas de Tlatlaya y Ayotzinapa, así como por la fuga del El Chapo Guzmán; y la segunda, por la incapacidad para impulsar el crecimiento económico y frenar la devaluación del peso) obligaron al jefe del Ejecutivo a posicionar en otras áreas nuevas opciones.

Contra lo que dijo el presidente, la decisión no tiene como fin "hacer frente a las nuevas circunstancias y desafíos que tenemos como país", ya que los mayores problemas son la inseguridad y la situación de la economía, y el único cambio que se dio al respecto fue el del Comisionado Nacional de Seguridad, pero manteniendo en su puesto a su jefe directo, el secretario de Gobernación.

Con el propósito de ampliar su número de opciones, el presidente suma a los dos que tenía desde el inicio del sexenio -Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación, y Luis Videgaray secretario de Hacienda y Crédito Público-, a José Antonio Meade, quien llega a la Secretaría de Desarrollo Social, y a Aurelio Ñuño, colocado en Educación.

Aun cuando por lo pronto no parecen estar en esa carrera, bien pueden ser opciones Claudia Ruiz Massieu, cuya presencia en la SRE únicamente se explicaría bajo la idea de que el presidente quiere tener la opción de una mujer, y José Calzada Rovirosa, quien a pesar de que perdió las elecciones en su estado, sale con una buena evaluación de su gestión como gobernador de Querétaro.

Desde el inicio del sexenio se especulaba que la presencia de Emilio Chuayffet en Educación tenía como fin principal enfrentar a Elba Esther Gordillo y sacar adelante la reforma educativa, por lo que una vez que cumpliera dichas encomiendas dejaría su lugar a un personaje más cercano a Peña

Nieto. Su estancia se prolongó más de lo esperado seguramente porque el presidente no quería exponer a uno de sus más cercanos colaboradores al desgaste de enfrentar las resistencias iniciales a la implemen-tación de la reforma, como sucedió con la CNTE.

Mas una vez que culminó esa etapa, y ante la crisis de salud que enfrentó en días pasados quien fuera titular de la SEP, llegó el momento de abrirle paso a uno de los protegidos del jefe del Ejecutivo para que implemente lo que el mismo Ñuño, todavía como jefe de la Oficina de la Presidencia, denominó la segunda etapa de la reforma educativa, que estará dirigida a contenidos. Más allá de esta segunda etapa, Ñuño todavía deberá...

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