Calderón, una losa sobre los aspirantes del PAN

AutorÁlvaro Delgado

Al frente de al menos 160 mil panistas de todo el país, agrupados en el movimiento Volver a Empezar, que él encabeza, Manuel Espino, el primer presidente del Partido Acción Nacional (PAN) expulsado de sus filas, anuncia: “He decidido buscar la candidatura a la Presidencia de la República”.

–¿Aun cuando esté fuera del PAN?

–¡Vale madres! –responde en su estilo bronco.

–¿Entonces como candidato externo?

–Sí, claro.

El lunes 9, justo el día en que presentó públicamente una Estrategia para la paz justa, un plan anticrimen alterno al oficial que ese mismo día envió a Felipe Calderón para que “transite de ser un presidente de guerra a un presidente de paz”, Espino se reunió con los representantes de su movimiento para iniciar el proyecto de convertirse en el candidato presidencial del PAN.

Confía en que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) revertirá su expulsión del PAN, de la que responsabiliza directamente a Calderón –“rencoroso, soberbio y revanchista”–, pero si ratifica la sanción, por las presiones que asegura habrá desde Los Pinos, imitará el desafuero de Andrés Manuel López Obrador en 2005, como lo hace con la estructura paralela a su partido.

“No hay manera de perder (el juicio). Si pierdo, gano, porque va a tener el efecto del desafuero. Y entonces, claro, busco registrarme como externo”, anticipa a Proceso el expresidente de la Organización Demócrata Cristiana de América (ODCA), quien niega que este nuevo desafío a Calderón lo perjudique.

“Al contrario. Calderón es una losa pesada en los hombros de los secretarios de Estado y cualquiera que venga del gobierno federal va a ser poco apoyado por los militantes. El malestar en el partido hacia Calderón es muy fuerte”, asegura el político duranguense, quien hace continuos recorridos por el país.

“Además, en la medida en que se va cerrando el sexenio, va a ir disminuyendo la influencia de Calderón dentro del partido y va creciendo la animadversión de los panistas hacia él. Esa es una realidad que juega en contra de Alonso Lujambio y de Ernesto Cordero. Para mí, no ser calderonista es una bendición.”

“Pésimo estratega”

Espino, quien ve “sin garra” a los secretarios de Estado aspirantes a la candidatura presidencial y timorata a la dirigencia del PAN que encabeza Gustavo Madero, considera a Calderón un buen político, que sabe hacia dónde ir, pero un “pésimo estratega”, porque no sabe cómo llegar.

“Eso me consta: Yo le gané la presidencia del partido y la presidencia de la ODCA, en cuya secretaría general me mantuve tres años a pesar de él. Mi estrategia funcionó mejor que la de él. Y todavía no terminamos”, se ufana.

–¿De verdad le va a ganar la candidatura presidencial?

–Se la vamos a ganar a Calderón. ¡Claro que se la vamos a ganar!

En entrevista con el reportero, el martes 10, el presidente del PAN en las elecciones de 2006, cuando el TEPJF le dio el triunfo a Calderón, asegura tener una “ventaja comparativa” ante los presidenciables del gabinete, así como ante la diputada Josefina Vázquez Mota y el senador Santiago Creel, los otros prospectos.

Ninguno tiene la estructura que él ha edificado desde agosto de 2010, con el movimiento Volver a Empezar que, según él, ya agrupa a 180 mil personas, 160 mil de las cuales son militantes del PAN, activos y adherentes, cifra que equivale a casi 10% del...

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