"El Caballito": Ya, por favor, qué van a hacer

AutorSergio Zaldívar G.

En esta virtud, me permito sugerir a las instituciones encargadas de estos trabajos y a los funcionarios y técnicos que de ello se ocupan, evitar distraerse con nuevas ente-lequias, pues si revisan las notas del último traslado de la escultura a la plaza que entonces bautizamos con el nombre de Manuel Tolsá, podrán constatar que una de las razones de ese traslado fue precisamente que la vibración continua a que estaba sometida en el nudo vial de Paseo de la Reforma-Bucare-li-Av. Juárez, afectaba la pata que presenta una grieta seguramente originada desde su fundición, causando más daño que los movimientos sísmicos que la figura había soportado durante más de dos siglos.

En aquella ocasión, también por radiografías, se constató que la pata lastimada tiene un bastón interior que la rigidiza arriba y abajo de la grieta, lo que le ha permitido comportarse satisfactoriamente ante las solicitudes sísmicas. El caballito y su cimentación no presentan ningún riesgo sísmico, lo cual, estoy seguro, puede sustentar el propio Instituto de Ingeniería de la UNAM.

El riesgo sísmico ha sido preocupación recurrente en una y otra conversación sobre la escultura de Tolsá, pero es evidente que la maravillosa posición de equilibrio del equino y su jinete sorprende aún a cualquier ingeniero constructor de puentes y caminos, es una peculiaridad técnica-artística...

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