Una brújula para el Movimiento por la Paz

AutorAlejandro Pérez Utrera

En sus artículos publicados en Proceso –auténticos ensayos que lo ubican a la altura de los humanistas más notables del país y del mundo–, Javier Sicilia vislumbraba lo que más tarde degeneraría en una tragedia colectiva y, lo peor, en una tragedia personal. Lo hacía con dolor, pero con la clarividencia que supone el conocimiento profundo de los gravísimos problemas que mantienen de rodillas al México contemporáneo.

En uno de esos textos, publicado hace dos años, Sicilia consignaba “la violencia del crimen organizado y del Estado contra la ciudadanía, la corrupción de los partidos (…), (y) el sometimiento del Estado a los intereses del mercado” como signos plausibles del “pudrimiento de la vida política” en México.

Precursores en muchos sentidos del grito de “guerra” que hoy enarbola el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad encabezado por el poeta, un centenar de sus artículos se reúnen ahora en el libro Estamos hasta la madre , de próxima aparición en el sello editorial Planeta, en su colección Temas de hoy.

Se trata de un compendio cuyo resultado es asombroso: una suerte de historia de la injusticia en México durante las postrimerías del priismo y los casi 11 años de pesadilla panista; un material, en suma, de espléndida consistencia –pareciera concebido en una sola emisión–, escrito con una prosa diáfana y vibrante, erudita pero asequible, delicada aun cuando el tema abordado sea escabroso y terrible.

“Los textos reunidos en este volumen ofrecen al lector un amplio panorama del pensamiento político de Javier Sicilia sobre un país en vilo: el fallido intento por consolidar una sociedad democrática y, en cambio, el exitoso avance del crimen organizado que ha cobrado decenas de miles de víctimas en una cruenta guerra sin destino; los desacuerdos políticos con el gobierno de Felipe Calderón, así como las diferencias ideológicas con una iglesia –la católica– que no se solidariza con aquellos mexicanos que día a día son violentados en sus derechos humanos”, escribe Rafael Rodríguez Castañeda, director de Proceso , en el prólogo del libro.

Católico él mismo –mas no “rezandero”, como califica a los panistas que hoy detentan el poder político en el país, adoradores frívolos del dinero–, Sicilia ha sido crítico implacable de la jerarquía eclesiástica, convencido de que las escrituras del cristianismo dictan un mandamiento de caridad, de genuina solidaridad con los pobres, con los desvalidos, que la Iglesia tendría que asumir como un deber...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR