Al borde de un futuro roto

AutorPatricia Lee Wynne

MOSCÚ.- Las elecciones presidenciales del domingo 25 en Ucrania serán clave para definir si se profundiza la creciente división o si el nuevo gobernante y sus aliados logran impedir una guerra civil y encontrar algún idioma común con el oriente rebelde.

La cantidad de votantes desempeñará un papel crucial: hay muchas dudas acerca de la participación electoral en las regiones de mayoría rusoparlante, en especial en Donetsk y Lugansk, donde el domingo 11 hubo sendos referéndums para aprobar la independencia.

A pesar de las numerosas irregularida-des y de la ausencia de observadores internacionales, esas consultas populares demostraron un descontento generalizado con el gobierno de Kiev y un amplio apoyo a las intenciones independentistas, a tal punto que las dos regiones ahora se proponen unificarse en un nuevo estado, Nueva Rusia.

Mismas élites

Los aspirantes presidenciales hacen piruetas para satisfacer a sus nuevos mentores de la Unión Europea y Estados Unidos y, al mismo tiempo, no alejar definitivamente al electorado de las regiones rusohablantes.

Casi no quedan dudas de que el magnate millonario Petro Poroshenko ganará las elecciones. Según una encuesta realizada en abril por el Instituto Internacional de Sociología de Kiev, el Centro de Investigaciones Sociales Sotsis, el grupo Reiting y el centro Razumkov, Poroshenko obtendría 48.4% de los votos. Lo seguirían Julia Timo-shenko, del partido Patria (14%); el banquero Serguei Tiguipko (7.4%); Mijail Dobkin, del Partido de las Regiones del depuesto presidente Víktor Yanukovich (6%), y Petr Simonenko, del Partido Comunista (5.6%).

Otros candidatos, como OlegTiagnibok, del partido nacionalista de derecha Svobo-da, y Dmitri Yarosh, de Sector de Derecha, obtendrían 1.4% y 0.7%, respectivamente.

En sus cortos 23 años de vida independiente, Ucrania nunca ha logrado la estabilidad. Siempre osciló entre sus dos mitades; una miraba hacia Rusia y la otra hacia Occidente. En 2005 la "revolución naranja", antecedente de la actual crisis, llevó al poder a Víktor Yushenko, contra quien se había cometido fraude electoral; él era partidario de la integración con Europa y la OTAN.

Cinco años después Yushenko agotó su popularidad y sólo consiguió 6% de los votos. Ganó las elecciones Víktor Yanukovich, su oponente de 2005, representante del suroriente prorruso, quien en otro giro del péndulo político fue expulsado del poder en febrero pasado por la nueva revolución en la Plaza Maidan.

La contradicción es...

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