Al borde del estallido... o de la negociación

AutorRafael Croda

BOGOTÁ.- La visita que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, le hizo el lunes 24 al Papa Francisco en el Vaticano fue mucho más que una reunión protocolaria. Cuatro días antes, el Consejo Nacional Electoral de Venezuela (CNE) suspendió el referendo revocatorio contra Maduro por supuestas irregularidades de los promotores de la consulta. Y horas antes de la cita en el Vaticano, la opositora Asamblea Nacional declaró aquella medida como una "ruptura del orden constitucional" y un "golpe de Estado".

El encuentro entre Francisco y Maduro duró sólo media hora, pero esos 30 minutos pueden resultar determinantes para comenzar a encontrar una salida a la crisis institucional que padece Venezuela, donde el presidente y el Poder Judicial, que le es incondicional, han condenado a la inope-rancia a la Asamblea Nacional.

De hecho, el jerarca católico y Maduro hablaron en ese encuentro de lo que en pocas semanas puede convertirse en una negociación formal entre el gobierno y los opositores en Venezuela.

El Papa, según informó el Vaticano en un comunicado, exhortó a las partes a dialogar para superar "la preocupante situación política, social y económica que el país está atravesando".

El diagnóstico de la sede papal es, dentro de la corrección diplomática con que se expresa, certero: Venezuela registra una ascendente confrontación entre el régimen chavista -que controla los poderes, con la excepción de la Asamblea Nacional y la cúpula de las Fuerzas Armadas- y un segmento mayoritario de la sociedad que, con el difuso liderazgo de la oposición, ya ganó la calle.

Nunca en la historia reciente de Venezuela se habían visto manifestaciones tan multitudinarias como las del miércoles 26, cuando más de 1 millón de ciudadanos marcharon en 60 ciudades del país para pedir un referendo revocatorio o la renuncia de Maduro.

El presidente tiene el poder institucional, presupuestal y de las armas, pero ya perdió el respaldo ciudadano.

"Todos los estudios de opinión pública muestran que ocho de cada 10 venezolanos quieren un cambio; es decir, la salida de Maduro, pero hay una voluntad estratégica de los chavistas de negarse a esto.

Ellos saben que hay una alta posibilidad de que pierdan cualquier elección y que eso significaría el inicio de un cambio político profundo", dice a Proceso el politólo-go John Magdaleno.

Esa sola probabilidad, agrega, es lo que está detrás de la decisión de los tribunales de justicia y del Consejo Nacional Electoral -que acatan las directrices del Ejecutivo- de suspender el proceso de activación del referendo revocatorio y de aplazar para...

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