Sobre bloqueo histórico y utopía en latinoamerica

AutorHugo Zemelman
CargoEl Colegio de México
Páginas43-51

Page 43

Marco general

América Latina1 vive un momento de reajuste que se pretende constituya un esfuerzo por recuperar la creatividad de la persona; lo que se intenta identificar con esa "dinámica liberadora" del mercado, es la nueva versión de un futuro óptimo resucitado del pasado. Idea que se vincula con la democracia la cual se ofrece depurada de las contaminaciones propias de cualquier sistema de poder para revestir el carácter de un valor universal. Se olvida todo aquello que encubre en cuanto a situaciones de privilegio y subalterni-Page 44dad económico-social y política. Y se difunde con tal fuerza por los medios de comunicación que no se ofrece más alternativa que la de conformarse, esto es, la de encontrar la armonía y el consenso social. La política, por lo tanto, parece ser la encarnación misma de una utopía añorada, que resulta inesperadamente, ser parte de la misma realidad. Se nos ubica en una inercia como si la realidad constituyera un túnel fuera del cual no cabe pensar ni soñar. En este contexto se impone un neoliberalismo militante y triunfalista que para ocultar sus quiebres y perversiones encuentra apoyo en el autoaniquilamiento de la experiencia estalinista, dolosamente identificada con la crisis de la utopía, así como en la frustración de los proyectos desarrollistas populares.

Pero ¿por qué se habla de fracasos de la utopía? ¿Qué significa hablar de los fracasos de los proyectos populares de desarrollo?

Veamos el contexto en que surgen estos interrogantes. Aludiendo a este en La razón de los vencidos Reyes Mate afirma:

se aprecia un espíritu de conformidad como la falta de espíritu para seguir pensando [...] Está renuncia a pensar es lo más opuesto al sentimiento de vivir un cambio. Pero lo lamentable no es sólo que se repita lo ya sabido, sino que se defienden ahora las mismas tesis ideológicas, los mismos proyectos políticos sin esa semilla de contradicción que simbolizó el Muro de Berlín [...] Sin ese Muro lo provisional se hace definitivo. Definitivo es el fracaso del comunismo y el triunfo del liberalismo. Mientras existió el socialismo real, el capitalismo no podía proclamar su victoria definitiva (aunque el socialismo real no fuera ninguna alternativa), existía la conciencia de que había que buscársela al capitalismo.

El vacío resultante ha dejado inerme al pensamiento crítico latinoamericano, preocupado de no perder la visión de que la realidad siempre excederá a cualquier teoría, o a cualquier esquematización ideológica; de este modo estamos siendo arrastrados hacia el rincón oscuro de la falta de visiones alternativas. Como nunca, hoy está vigente el bloqueo histórico del que ha hablado Agnes Heller. Para salir al paso a esta situación, entendemos que uno de los desafíos de las ciencias sociales es defender la utopía, especialmente de quienes pretenden reducirla a pura imaginación, o a simples deseos. La utopía, antes que nada, es la tensión del presente.

Lo imposible ha dicho Ibsen es lo que más atrae. Max Weber, en su época, ya había anticipado el poderoso cosmos del orden económico moderno como una "jaula de hierro" cuando sostenía que la sociedad no sólo es una jaula, sino que todos los que la habitan están configurados por sus barrotes; son seres sin espíritu, de forma que "los críticos de la jaula de hierro adoptan la perspectiva de los guardianes de ésta". Por eso, hoy requerimos de una variante del trato fáustico, que, como recuerda Marshall Berman, suponga insistir en el reto de laPage 45 posibilidad de autodesarrollo del hombre a costa de abandonar su esperanza de satisfacción, limitada y fija. Sin embargo, el momento histórico de hoy, junto con la oferta de las condiciones para ese desarrollo, es también paradójicamente la época de la fragmentación del sujeto, de su unidimensionalidad. ¿Cómo recuperar la utopía que demanda la necesidad de otras realidades, en un contexto que masivamente pretende conformarnos con un fin unilateral de lo que se tiene que entender por futuro?

La coyuntura latinoamericana actual se caracteriza por el dominio del discurso económico-liberal, discurso que impone un bloqueo para pensar desde ángulos diferentes su realidad. Por eso es que una de las tareas de las ciencias sociales es desentrañar los mecanismos que hacen posible este bloqueo, de manera tal que se puedan vislumbrar nuevos horizontes. En esta dirección, se puede considerar como un problema muy ilustrativo lo que ocurre con la integración latinoamericana que quisiéramos tomar como base para estas notas sobre bloqueo y utopía.

Utopía contra mercado

En efecto, se afirma que América Latina ha iniciado una nueva etapa en su desarrollo cuyo rasgo más sobresaliente es la liberación del comercio internacional; incluso más, se afirma que el mismo poder se muestra abierto en tal forma que se perciba como parte de este esfuerzo de liberación. Vivimos o, más bien, se nos trata de convencer (y de hecho así ocurre con vastos sectores de la población) de una verdad que se plantea como sinónimo de recuperación de la creatividad de la persona, pero que no es más que un mecanismo a través del...

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