Biografía de Felipe Ávila: La luz y la sombra de Obregón

AutorJudith Amador Tello

Aunque fue el creador del Estado mexicano moderno -"el más longevo del siglo XX en el ámbito internacional"-, el general Álvaro Obregón no cuenta con el carisma que ha preservado la memoria de otros caudillos revolucionarios, como Emiliano Zapata y Francisco Villa, quienes se han convertido en insignia de movimientos sociales y antisistémicos de nuestros días.

Sin embargo, a decir del sociólogo e historiador Felipe Ávila, el sonorense es el gran estratega de la Revolución mexicana y el único general invicto. Y para responder a una pregunta de Proceso, afirma sin temor a equivocarse que Obregón y el generalísimo José María Morelos y Pavón son "los más importantes jefes militares en la historia de México".

Obregón, al igual que Morelos, no estudió en el Colegio Militar, no tuvo una formación académica militar, pero entendió muy bien que la guerra no se aprende en una escuela, sino haciéndola. Con su estrategia logró vencer incluso a "la poderosa máquina de guerra que era la División del Norte, derrotó a Villa", su dirigente:

"Supo que la guerra es un arte y un oficio que se va desarrollando y perfeccionando a medida que se la ejecuta. Y en eso demostró capacidades excepcionales. No solamente tenía genio e intuición militar, estudiaba concienzudamente cada una de sus batallas, llegaba desde antes al lugar que había escogido para su desarrollo, estudiaba el terreno, las ventajas, las desventajas, dónde iba a poner a sus fuerzas, su avanzada, su artillería, su caballería, las tropas".

Sopesa asimismo que Obregón Salido, quien nació el 17 de febrero de 1880 en la "pequeña hacienda de Sisquisiva, municipio de Navojoa", en Sonora, en tierras que habían sido el hábitat de los mayos, brindó todo el apoyo para que José Vasconcelos fundara en 1921 la Secretaría de Educación Pública (SEP), así como el proyecto cultural más sólido del siglo XX.

¿Por qué entonces Obregón no es objeto del culto que se les brinda a Zapata y Villa?

A lo largo de 396 páginas del libro Ál-varo Obregón. Luz y sombra del caudillo (Siglo XXI Editores, 2023), el doctor en Historia por El Colegio de México y actual director del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM), va perfilando un retrato del militar que ocupó la presidencia de la República entre 1920 y 1924, y al cual describe también como "un hombre muy cruel y sanguinario" que, sin miramientos, aniquiló a sus enemigos, entre ellos el presidente Venustiano Carranza, y a su propio amigo y confidente, el general Francisco R. Serrano.

Ávila da cabida en las primeras páginas a una cita del escritor Martín Luis Guzmán -autor de Memorias de Pancho Villa y La sombra del caudillo, novela en la cual se relata el asesinato de Serrano, ocurrido en Huitzilac, Morelos, en 1927, en medio de la lucha por la sucesión presidencial que dio la victoria a Obregón-. Guzmán describe al también llamado Manco de Celaya, por el lugar donde perdió la mano, en El águila y la serpiente:

"A mí, desde el primer momento de nuestro trato, me pareció que se sentía seguro de su inmenso valor, pero que aparentaba no dar a eso la...

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