La belleza del desafío

AutorYetlaneci Alcaraz

BERLÍN.- Su figura elegante y espigada, enfundada en trajes estrechos y resaltada por su flequillo negro, hoy en día se repite en portadas de revistas y periódicos de Alemania, pantallas de televisión y anuncios publicitarios, algo poco común en este país.

La afición teutona está sedienta de triunfos tras una sequía de 24 años en la Copa del Mundo y otros 18 años sin ganar la Eurocopa. Hoy, Joachim Löw es el encargado de conseguir esos títulos. Él está en Brasil 2014 con el peso de haber dirigido ya en dos mundiales y en dos campeonatos europeos a la Selección alemana sin haber alzado las copas. Después de la victoria germana ante Francia, en cuartos de final, es tiempo de eliminar al local, Brasil.

Respaldado por un cuadro que, aseguran especialistas, es el más completo de todos los tiempos, Jogi Löw, como le llaman, puede pasar a la historia del futbol como el gran reformador que embelleció el balompié germano o como el gran "inacabado" que, pese a su brillantez, nunca obtuvo una corona. Se espera mucho de Löw porque, tras 12 años al frente de la Selección, colocó a Alemania en el puesto dos de la clasificación mundial de la FIFA, después de que en 2006 ocupara el sitio 22. En contraparte, se le acusa de que, en los juegos decisivos, no logra amarrar los triunfos. Así sucedió en la semifinal del Mundial 2006 frente a Italia; en la final de la Eurocopa 2008 contra España; en la semifinal de Sudáfrica 2010, otra vez contra España; y por último en la semifinal de la Eurocopa 2012, de nuevo contra Italia.

Un señor muy alemán

A sus 54 años Jogi es uno de los personajes más queridos por los alemanes: siempre serio pero accesible, correcto y bien portado. Preparado y preocupado por su apariencia e, incluso, amante público del yoga. Rara vez pierde la compostura, a excepción de las veces en que las cámaras lo han grabado metiéndose el dedo a la nariz.

Los valores con los que define su trabajo son respeto, ambición, disciplina, fiabilidad, profesionalismo, tolerancia, integración y alegría. En una entrevista en 2012 declaró que su ejemplo a seguir es Nelson Mandela.

Löw pertenece a ese grupo de técnicos que saltaron de la cancha al banquillo. Tras 14 años como delantero -en los que nunca fue un gran artillero-inició una temprana carrera como entrenador, con apenas 34 años.

Como técnico de clubes tampoco fue extraordinario. Fue despedido del Karlsruher SC en el año 2000, porque no lo pudo salvar de caer a la Tercera División de la Bundesliga, y...

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