Y en el barrio, no lo respaldan

CIUDAD DE MÉXICO.- Con los pies hacia adelante, sobre una camilla cargada por cuatro hombres, fue sacado de su barrio el cuerpo de un joven asesinado a balazos.

Su homicidio fue como otros en Cuautepec, perpetrado por delincuentes que huyen por los andadores y callejones sin ser detenidos.

Exactamente su cadáver quedó boca arriba en la esquina de las Calles 4 y Calle 7, en la Colonia Castillo Grande, Alcaldía Gustavo A. Madero.

Los vecinos de aquellas calles empinadas y solas dijeron que el joven vivía por el lugar y que, por eso, sus familiares habían llegado tan pronto en cuanto se supo el asesinato.

Primero comentaron que el crimen había sido provocado por un intento de asalto, pues se dijo que la zona es peligrosa y de poca la vigilancia.

"Era un buen muchacho, no se metía con nadie", dijeron sus conocidos.

Como en pocas ocasiones, policías del Sector Cuautepec subieron hasta aquella esquina alta y acordonaron a varios metros de distancia.

El cuerpo del joven podía verse a la distancia, aunque permaneció cubierto por una tela que le colocaron encima.

Pasaron varias horas y los padres del hombre permanecieron atentos y a la espera de los peritos, que subieron sólo para bajar el cuerpo con destino...

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