El autócrata y las elecciones

AutorHéctor Tajonar

Erigido en autócrata, el presidente ha convertido su voluntad en norma suprema, mostrando un absoluto desdén por la legalidad y los derechos democráticos. "Si algo sé es ganar elecciones", ha prometido con orgullo, sin darse cuenta de que esa frase representa una confesión implícita de su experiencia en materia de corrupción electoral. El mandatario se revela a sí mismo como un delincuente electoral encubierto y, empeñado en cumplir su promesa, actúa en consecuencia. Así lo demuestra su estratagema para anular o eliminar a los adversarios de su candidato.

"No me voy a meter en este proceso electoral", declara con una seguridad del tamaño de su cinismo. Los hechos lo contradicen. El nuevo embate contra el abanderado de la coalición Por México al

Frente es una prueba más de la estrategia presidencial basada en la erosión y manipulación de las instituciones del Estado. He aquí un breve resumen de su decálogo: 1) Evitar que la Fiscalía General de la República cuente con la autonomía indispensable para su buen funcionamiento.

2) Dejar como encargado de la PGR a un titular que garantiza sumisión absoluta a la justicia politizada y corrompida dictada por el presidente, beneficiando a sus allegados y hostigando a sus opositores.

3) Obstaculizar al máximo el buen funcionamiento del Sistema Nacional Anticorrupción y postergar indefinidamente el nombramiento del fiscal anticorrupción.

4) Cese fulminante del titular de la Fepa-de para suspender la investigación sobre la presunta corrupción Odebrecht-Emilio Lozoya, además de dar rienda suelta a los delitos electorales del PRI. 5) Cooptar a la mayoría de los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).

6) Recortar el presupuesto del INE y mantenerlo en jaque a través del TEPJF. 7) Garantizar el flujo de dinero destinado a la compra del voto, coordinado por el titular de Sedesol y el secretario de Finanzas del PRI. 8) Convertir a la Secretaría de Hacienda en arma de corrupción electoral, así como al SAT y a la Unidad de Inteligencia Financiera en instrumentos de acoso fiscal contra los candidatos de la oposición. 9) Utilizar a la Secretaría de Gobernación y el Cisen para coordinar el espionaje e intimidación de opositores y críticos. 10) Estar abierto para emprender cualquier acción o artimaña que sea funcional para los fines de esta estrategia.

Las democracias actuales ya no suelen terminar con el estruendo de un golpe de Estado, sino con el gemido prolongado producido...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR