Auditar el programa de restauración por sismos

AutorGabriela Hernández

PUEBLA, PUE.- Ambrosio Guzmán Álvarez tuvo una salida inusual de su cargo como delegado del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en Puebla.

Ante trabajadores e invitados al auditorio "Efraín Castro Morales" el 16 de junio, el especialista en restauración arquitectónica acusó al director de la institución, Diego Prieto Hernández, de haberle pedido su renuncia tras denunciar en ella presuntas irregularidades y corrupción.

Prieto acudió a esta ciudad para presentar a Manuel Villarruel como nuevo titular del Centro INAH-Puebla, pero en el acto Guzmán Álvarez dejó asentado públicamente que no firmaría la renuncia.

En entrevista, el ahora exfuncionario aclara que, al no firmar, no pretende mantenerse en el cargo, sino evidenciar lo que ocurre en la institución. El 14 de mayo, envió una carta a Beatriz Gutiérrez Müller, presidenta del Consejo de la Coordinación Nacional Memoria Histórica y Cultural de México, para exponer las irregularidades que detectó, en especial en el Programa de restauración del patrimonio dañado por los sismos de 2017.

Desdejuniode2019 pidió a Santiago Nieto, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), abrir una investigación sobre el manejo de los recursos y "los notorios autos de lujo" de algunos arquitectos del Centro-INAH. Al no obtener respuesta, decidió enviar la carta a Gutiérrez Müller, pero -asegura- fue filtrada a Prieto. Él lo acusó de "no ser leal" al instituto y dañar la imagen de sus compañeros, y le pidió renunciar, aunque su contrato concluía hasta el 31 de diciembre.

Ya fuera del INAH, el también académico de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) reitera la necesidad de auditar el Programa Sismo. En su opinión, el avance de obra que reporta ese programa en Puebla no corresponde a los mil 218 millones de pesos que se asegura fueron aplicados. Y sostiene que, en el resto de las 11 entidades afectadas, igual se presentan irregularidades.

Lo expuesto por el académico coincide con las denuncias que desde hace dos años han hecho peritos del Centro INAH-Puebla (Proceso 2185 y 2253).

Las irregularidades

Guzmán indica que, desde el 15 de enero de 2019, cuando llegó al cargo, se percató de que era común en los directivos nacionales dar órdenes verbales, sin protocolos claros de trabajo. Asimismo, se recurría al encubrimiento de fallas elaborando documentos con fechas atrasadas. Todo ello ha puesto en riesgo de responsabilidad legal a funcionarios y trabajadores participantes...

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