Sin mí, el arte mexicano hubiera sido diferente: Cuevas

AutorJudith Amador Tello

Principia el siglo XXI y José Luis Cuevas recapitula. Reflexiona sobre su rompimiento con la Escuela Mexicana de Pintura y el mu-ralismo, y califica como sorprendente a Diego Rivera:

"Es el más grande de los muralistas, la calidad de sus murales es de primerísima, sus obras de caballete también. De manera que soy riverista."

Cuevas, aquel que ha hecho de sí un personaje, se regodea hablando horas de su propia historia, sus propuestas plásticas, sus aportaciones al arte mexicano.

El enfant terrible de los años cuarenta se proclama iniciador de la llamada Ruptura y no se arrepiente del manifiesto "La cortina del nopal" en el que -recuerda- se fue duro contra los muralistas, contra David Alfaro Siqueiros, "quien aseguró que no había otra ruta más que la suya".

Juzga que, en su momento, la Ruptura fue necesaria para renovar y buscar nuevos caminos al arte mexicano. Pero ya sin la furia de aquellos tiempos, admite:

"La presencia de los muralistas fue de una enorme importancia porque Diego Rivera ya venía de una etapa cubista de primerísimo orden. Yo creo que está entre los grandes cubistas, no fue el inventor del cubismo ni mucho menos, pero su obra cubista es efectivamente espléndida."

Sopesa que, a su regreso a México, Rivera, junto con Siqueiros y José Clemente Orozco, creara un movimiento que rompió con las vanguardias europeas, lo que "viniendo de México, de un país latinoamericano, no deja de ser meritorio".

Y expone que el llamado movimiento nacionalista abarcó mucho más que la pintura. Se extendió a la arquitectura, la escultura y otras expresiones artísticas, aunque "los reflectores se dirigieron a los muralistas".

El también escultor recuerda que en la adolescencia se identificaba y dejaba influir por Orozco. De Siqueiros opina que fue un hombre de "una inventiva extraordinaria" que influyó en las vanguardias norteamericanas del siglo XX, como en el expresionista Jackson Pollock.

Es esencial señalar la importancia de Siqueiros como un artista muy personal, innovador, autor de cuadros espléndidos de caballete, a pesar de que él no era defensor de la pintura de caballete sino de la mural.

Y dice sin ambages:

Yo diría que sus mejores obras están en la pintura de caballete.

Cuevas no duda un segundo al afirmar:

"De los llamados tres grandes, definitivamente me quedo en primer lugar con Rivera, después con Siqueiros."

Hasta el tercer sito coloca a Orozco, el ídolo de su juventud.

Su generación

Se le pregunta qué representó la Ruptura...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR