AMLO: Amnistía a corruptos

AutorHéctor Tajonar

La importancia del asunto exige un análisis del razonamiento lopezobrado-rista. Lo primero que llama la atención es el contraste entre la severidad de su diagnóstico sobre la corrupción política y la suavidad que ofrece a los responsables de practicarla: "La crisis de México no podrá enfrentarse sin cortar de tajo con la corrupción y la impunidad... Nada ha dañado más a México que la corrupción política... En forma categórica expreso que cuando triunfe nuestro movimiento no habrá impunidad".

De la enérgica condena, López Obrador pasa al tono meliñuo: "A pesar del gran daño que le han causado al país y a la nación, no les guardamos ningún rencor y les aseguramos que, ante su posible derrota en 2018, no habrá represalias o persecución para nadie. Declaramos esta amnistía anticipada porque lo que se necesita es justicia, no venganza. No odiamos a nadie".

La incongruencia es evidente y la claudicación, lamentable. Más grave todavía es la confusión y la falta de rigor en el uso del lenguaje. La justicia es la aplicación de la ley. Aplicarla no es "venganza" ni odio, tampoco "rencor", "represalias" o "persecución". No hacerlo, evadir la ley, tiene un nombre: impunidad. Es indispensable erradicarla, no fomentarla mediante una complicidad disfrazada de indulgencia plenaria.

El binomio corrupción-impunidad persiste, sobre todo, por la discrecionali-dad del presidente en turno para decidir a quién se le aplica la ley y a quién no. Salir de esa nefasta combinación es lo que exige la ciudadanía a quien pretenda gobernar al país a partir de 2018. De ahí el absurdo en el que incurre el precandidato de Morena al ofrecer acabar con la corrupción y la impunidad y, al mismo tiempo, proponer la continuación del ejercicio arbitrario del poder presidencial para evitar que los corruptos sean juzgados conforme a derecho.

¿Cómo explicar que López Obrador incurra en una contradicción tan burda? Meyer y Rodríguez Araujo coinciden en que lo hizo para conciliarse con quienes piensan que es "un peligro para México". Se trata de un "borrón y cuenta nueva", aunque ello no significa impunidad ni "patente de corso", dicen. Meyer señala que la propuesta se enmarca "en la escuela realista del poder". Califica la medida de tibia - "está siendo la mar de tibio" - y como "una falla moral", pero la justifica: "Este es el momento de transigir en aras de algo que sí vale la pena..."

Rodríguez Araujo revela un aspecto distintivo del discurso lopezobradorista: "Él es cristiano, no...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR