Alil Álvarez Alcalá / Un 'nuevo' sistema de renta

AutorAlil Álvarez Alcalá

La propuesta de reforma fiscal no implica un cambio a la forma de tributación en México. Se limita a aumentar la base tributaria de los contribuyentes cautivos, pero no a aumentar el número de contribuyentes. En el camino, contraviene tratados internacionales, principios constitucionales y denota un claro desaseo legislativo al tener fracciones repetidas y disposiciones contradictorias. Llama la atención, por ende, que se proponga una nueva ley cuando se repite el texto íntegro de la mayoría de los artículos.

¿Qué cambia? Se aumenta la tasa de personas físicas y personas morales. Se elimina la exención de las ganancias de capital obtenidas en bolsa. Ahora se gravarán a la tasa del 10 por ciento (que sigue siendo menor a la general). Sólo las acciones de empresas mexicanas en bolsas extranjeras pierden el trato preferencial. Se agrega una sobretasa del 10 por ciento a los dividendos. Se afecta en forma importante a la maquila. También a los bancos y aseguradoras, por la no deducibilidad de las reservas obligatorias conforme a la ley. Se castiga a los grupos empresariales y multinacionales al condicionar las deducciones entre partes relacionadas. Se elimina la deducción inmediata, el régimen de autotransporte, el estímulo a las SIBRAS y se limita a las FIBRAS.

Se reemplaza la ya limitada consolidación fiscal por un régimen, más restrictivo, llamado de integración. Además, se impone una carga fiscal retroactiva con el argumento -otra vez- de que se trata de un impuesto diferido que ya se debe. Sin explicar, entonces, por qué se tiene que incluir una disposición transitoria con las bases para calcularlo, dejando de lado que es imposible deber un impuesto sin saber cuándo pagarlo al tener un sistema hermético, en cuanto a la época de pago, con base en el artículo 6 del Código Fiscal.

Se elimina el régimen intermedio y el de pequeños contribuyentes. En su lugar, se crea el de incorporación. Bajo este nuevo régimen (el impuesto es bimestral o trimestral, según la página de la iniciativa que se consulte), se cree, los informales se incorporarán al sistema tributario a cambio de un descuento del impuesto decreciente durante 6 años. Sin una amenaza real de coacción o incentivos suficientes para integrarse al sistema formal, siempre es preferible no pagar que pagar algo, aunque sea muy poco.

En empleo formal, se limita a un 49 por ciento la posibilidad de deducir...

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