Aliados sólo un rato

AutorTémoris Grecko

Tal vez tienen razón: desde que éste decidió separarse de su grupo fuente y ambos empezaron a pelear entre ellos dentro de la guerra siria, los comandantes y soldados de la rama local de Al Qaeda -Jabhat al Nusra- han sido víctimas frecuentes de la brutalidad del EI.

Por eso Al Nusra se ha aliado con grupos islamistas más moderados e incluso con los relativamente seculares del Ejército Sirio Libre y con los izquierdistas del Frente Popular para la Liberación de Palestina-Comando General, contra dos enemigos: el Estado Islámico y el régimen de Bashar al Assad.

Por esto sorprendió la traición de las ka-tibas (pelotones) de Al Nusra que ayudaban a resguardar Yarmouk, un campo de refugiados para palestinos creado hace casi medio siglo, tras la guerra árabe-israelí de 1948, que se ha urbanizado y convertido en un barrio periférico de Damasco, la capital siria.

El miércoles 1 esaskatibas abrieron el paso a unidades de EI, las cuales un día después tenían el control de alrededor de 80% de los 2.1 kilómetros cuadrados de Yarmouk, dejando a los milicianos palestinos atrapados entre el fuego de esta organización y el del ejército sirio.

Más aún, dejaron atrapados a unos 18 mil civiles que quedaron sin comida, agua ni electricidad y bajo renovados bombardeos de la aviación del gobierno de Assad. Sus condiciones eran de "completa privación", describió la Organización de Naciones Unidas (ONU).

Es lo imprevisible de la guerra en Siria: nadie puede confiar en que sus amigos seguirán siéndolo ni en que sus enemigos lo serán permanentemente. Al Nusra y EI continúan combatiendo a muerte en otras zonas de Siria. Los kurdos, fortalecidos en la frontera norte, repelieron al EI en la ciudad de Kobane con ayuda de facciones rebeldes que antes los atacaban.

Pero Al Nusra, que acaba de anotarse una victoria significativa al arrebatarle al régimen la ciudad de Idlib -la segunda capital provincial- secuestró a 300 civiles kurdos cerca de ahí el lunes 6.

Incluso entre las fuerzas gubernamentales se revela la discordia y la rivalidad: el régimen ha tenido que buscar casi todo tipo de ayuda para sostenerse y así ha involucrado a extranjeros, como las tropas libanesas de Hezbolá, a la brigada de élite Al Quds -que forma parte de los Guardianes de la Revolución de Irán- y a milicias chiitas multinacionales, además de haber formado los batallones paramilitares sirios Fuerza de De-fensa Nacional (FDN).

Assad los necesitaba en buena medida porque el conflicto ha adquirido un...

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