Alerta contaminación de industria tequilera
| Autor | Adriana Alatorre |
MÉXICO.- Los residuos de la producción de tequila se han convertido en una amenaza ambiental.
La falta de plantas tratadoras en la industria ha provocado que las aguas residuales que se desechan durante el proceso de destilado, también llamadas vinazas, sean arrojadas al río Zula, que forma parte de la cuenca Lerma-Chapala-Santiago, o se utilicen en riego en plantaciones de agave.
De acuerdo con José de Jesús Hernández López, integrante de la Academia Mexicana de Ciencias, por cada litro de tequila que se produce en México, se contaminan 10 litros de agua.
Al menos en 2008, señaló, se produjeron 300 millones de litros de tequila en el país.
La Secretaría de Medio Ambiente de Jalisco reconoció que sólo una de las 67 tequileras cumple con la ley ambiental en lo que se refiere a las descargas de residuos a ríos y lagos.
Además, admitió que las empresas rebasan los indicadores de contaminación orgánica en cuerpos de agua permitidos por la Norma Oficial Mexicana 001 de la Semarnat, al generar 27 o 30 mil miligramos por litro o más en la demanda bioquímica de oxígeno (DBO), cuando el máximo es de 150 miligramos por litro.
El investigador de El Colegio de Michoacán, quien obtuvo uno de los premios de la AMC a las mejores tesis de doctorado en Ciencias Sociales y Humanidades 2008, aseguró que entre los municipios de Arandas, Jesús María, San Ignacio Cerro Gordo y Atotonilco se encuentran establecidas cerca de 40 fábricas productoras de tequila, las cuales en su mayoría no cuentan con plantas tratadoras.
En entrevista, Hernández López denunció que una de las prácticas de las empresas es comprar el agave a los campesinos, bajo la condición de que el agua residual sea vertida en su terreno.
"Les dicen: 'sí te compro el agave, pero me vas a dejar que descargue el agua residual, porque esas no me interesan, sólo me interesa la destilación de alcohol y el azúcar'. Así dejan con un problema ambiental a los campesinos", explicó el autor del estudio "El paisaje agavero: expansión y estetización. Ecología cultural política y nuevas formas de creación de valor".
El antropólogo expuso que muchos de los suelos donde se cultiva el agave son ácidos y con el vertimiento de la vinaza, líquido tóxico espeso que queda después de la fermentación y destilación con un color café oscuro, se podría generar un desequilibrio ambiental.
"Por la composición química de...
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba