Aeropuerto Felipe Ángeles. Detalles de una obra que avanza contra todo pronóstico

AutorPatricia Dávila

El próximo 21 de marzo, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) iniciará operaciones comerciales de las líneas Vivaaerobus y Volaris con todo en contra.

Por principio, no cuenta con certificaciones aeronáuticas oficiales; su torre de control carece de radar y de "procedimientos instrumentales" que permitan a los pilotos salvar obstáculos como neblinas y las tolvaneras características del pueblo de Santa Lucía; además, está el polémico cerro de Paula y la sierra de Guadalupe que, desde siempre, se han interpuesto a la aeronavegabilidad.

Los aterrizajes y despegues sólo podrán llevarse a cabo durante unas cuantas horas del día, mientras la visibilidad del piloto y los controladores de tráfico aéreo sea suficiente para las operaciones. Es factible que durante todo el año la intermitente neblina prácticamente imposibilite el despegue o aterrizaje de un avión comercial, según los estándares de seguridad de la Agencia Federal de Aviación Civil, que incluso será auditada por la Organización de Aviación Civil Internacional (OIAC).

La auditoría de la OIAC ha sido demorada un año a solicitud de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, en especial por los Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (Seneam), lo cual impide conocer el estado opera cional aeronáutico del país, incluyendo el aeropuerto de Santa Lucía.

A ello se suma que la operación del AIFA nunca será compatible con el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), como han asegurado la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Seneam y el presidente Andrés Manuel López Obrador. La razón es simple: como comparten el mismo espacio aéreo, eso significa que si el AICM tiene llegadas o salidas, los aviones que necesiten salir o llegar al AIFA serán demorados en el espacio aéreo o en tierra, contrario a lo que sucede actualmente.

Además, en un documento la empresa MITRE sostiene que diversos estudios aeronáuticos han evidenciado esta falta de capacidad del espacio aéreo para operar a máxima capacidad Santa Lucía y el AICM de manera simultánea.

A una conclusión similar llegan María Larriva, controladora aérea durante cerca de tres décadas, y José Alfredo Co-varrubias Aguilar, secretario general del Sindicato Nacional de Controladores de Tránsito Aéreo.

Desde 2019, cuando López Obrador anunció que convertiría la base aérea militar de Santa Lucía en aeropuerto civil, ella ha venido señalando la inviabilidad del proyecto.

En el inter, la Sedena ha insistido una y otra vez en lo contrario. El 17 de octubre de ese año, por ejemplo, a través de su página web sobre el AIFA, la dependencia afirmó: "Los Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (Seneam) determinó que el emplazamiento de las pistas propuestas se encuentran libres de obstáculos, tanto la sierra de Guadalupe como el cerro Paula no representan obstáculo para las operaciones aéreas del Aeropuerto Internacional General Felipe Ángeles".

Más recientemente, la Sedena invitó a todos los medios nacionales e internacionales a...

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