Adolfo Aguilar Zinser/ Un monstruo sin forma ni cabeza

AutorAdolfo Aguilar Zinser

El pasado 3 de julio el Presidente Vicente Fox puso en marcha la Iniciativa México Visión 2025. En este programa se busca generar una visión social de largo plazo y el desarrollo de una cultura de planeación que no siga una ruta y un destino inamovible, sino que sea resultado de la participación plural de la ciudadanía en la elaboración y diseño de las políticas públicas. La viabilidad que México tenga como país depende en gran medida del desarrollo de una cultura de planeación que anticipe las necesidades de vivienda, educación, agua, electrificación, energía e infraestructura, entre otros. Para ello, es necesario el desarrollo de planes estratégicos de largo plazo que hagan más eficiente la administración de los recursos naturales y que consideren las principales necesidades en materia de comunicaciones, energía y agua, a la vez de anticipar problemas como la seguridad, el empleo, el crecimiento poblacional y el desarrollo tecnológico.

En caso de que estos factores no sean atendidos de forma oportuna, México corre el riesgo de que se constituyan en problemas complejos y en limitantes para el desarrollo. Un claro ejemplo de esto es el problema que México enfrenta en torno al agua. La captación, la distribución, el uso y el tratamiento del vital líquido se han convertido en asuntos de seguridad nacional que deben atraer la atención no solamente de los especialistas y de las autoridades, sino de la sociedad en su conjunto.

El problema del agua versa no solamente en la escasez relativa del líquido, sino en su conservación, consumo y utilización. El sector agrícola es el que hace mayor uso de este recurso, ya que capta el 70 por ciento de los casi 26 mil millones de metros cúbicos que se consumen anualmente en el país. A la industria agrícola le siguen el sector público como segundo mayor consumidor de agua (19 por ciento) y, en tercero y cuarto lugares, la industria y el sector doméstico, con un 6 y 4 por ciento, respectivamente.

Según el Centro de Estudios del Sector Privado para el Desarrollo Sustentable (Cespedes), la crisis no se refleja únicamente en la distribución del agua por sectores, sino por su disponibilidad en el nivel regional. El 70 por ciento de la precipitación pluvial del país ocurre en el sureste, donde vive solamente el 24 por ciento de la población y el desarrollo industrial es incipiente, mientras que en el norte, el Altiplano y el noroeste, donde habita el 75 por ciento de la población y se ubica el 70 por ciento de la...

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