Administración de Tecnología / Las universidades ¿son minas?
| Autor | Enrique Canales |
Desde el punto de vista del desarrollo de ventajas competitivas "de saber hacer algo que todavía los competidores no saben hacer", algunas universidades podrían considerarse como minas en donde se podrían encontrar conocimientos valiosos para el desarrollo de nuestras ventajas competitivas.
Es una lástima que en nuestro país muy pocas universidades, tecnológicos y centros de estudios superiores se encuentran organizados para atender rápidamente y con eficacia las inquietudes y las necesidades de conocimiento competitivo de las personas que laboran en las empresas, y que se dirigen a la universidad a pedir ayuda. El problema de encontrar ayuda universitaria para problemas competitivos se encuentra tanto en la parte empresarial, como en la parte universitaria.
En varios países, este flujo de soporte científico universitario para problemas empresariales se encuentra con canales de comunicación abiertos, de uso gentil y de veredas muy trilladas. La empresa sabe detectar en cuáles puntos álgidos pudiera necesitar apoyo científico y sabe a cuáles departamentos universitarios pudiera accesar para indagar. Por otro lado, la universidad mantiene puertas abiertas de modo que cualquier persona pueda pedir cita directamente con el grupo de profesores o investigadores abocados a esos temas y visitar los diferentes departamentos directamente, para plantear la consulta y petición de ayuda.
La falla de la empresa consiste principalmente en que no puede definir con precisión el problema específico. No se vale plantear problemas generales operativos: ¿cómo le hago para bajar costos en mis materias primas? Obviamente éste no es un problema científico, es un problema de nivel profesional que abarca muchas profesiones y funciones, desde mercadotecnia, abastecimientos, ciencia de materiales, diseño de productos y procesos, ingeniería industrial, sistemas y otras funciones. En mi experiencia, las universidades y sus profesores investigadores son pésimos para resolver problemas operativos.
Alguien dentro de la empresa debe ser capaz de enmarcar y acotar el problema hasta convertirlo en un claro problema de conocimiento científico. Si la empresa no tiene la destreza para definir la naturaleza científica del problema y la expectativa de la respuesta que busca, entonces la ambigüedad de la consulta o de la asesoría de investigación va a generar desilusiones en ambas partes. Así la mina no dará su plata.
En muchas universidades de Estados Unidos, uno puede por...
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