Administración de riesgos aplicada a la PLD (primera parte)

AutorLic. Alejandro Rodríguez Maurice
CargoProfesor de Administración de Riesgos Diplomado PDL Universidad Anáhuac del Sur
Páginas53-53
53
COLUMNA
contaduriapublica.org.mx
APLICADA A LA PLD (PRIMERA PARTE)
Lavado de dinero
Administración
de riesgos
Lic. Alejandro Rodríguez Maurice
Profesor de Administración de Riesgos Diplomado PDL
Universidad Anáhuac del Sur
La administración de r iesgos comprende una serie de té cnicas esta-
dísticas, de análisis financie ro, análisis operativo, auditoría financiera y
calidad operativa y de pr ocesos, tendientes a la dete cción, medición,
prevención y control de los rie sgos inherentes a la realización de ope-
raciones con instr umentos monetarios que llevan a cabo las entidade s
financieras y, en general, las per sonas físicas y morales.
El riesgo es todo aquel eve nto futuro incierto susceptible de ge nerar una
pérdida para las persona s en sus operaciones y negocios qu e desempe-
ñan de manera profesional o habitual. L a administración de riesgos e stá
basada, primordialmente, en la me dición de riesgos, cuando son medi-
bles, con técnicas es tadísticas que permiten a l observador detec tar ten-
dencias, frecuencia de e ventos y calcular la probabilidad de ocurrencia
de los mismos. Además, los m étodos estadísticos so n complementados
con modelos creadores de es cenarios como el caso del stress test.
Los riesgos pueden clasif icarse con muy diver sos criterios; sin embar-
go, es generalmente aceptado q ue existan riesgos susceptibles de una
medición, modulación y progr amación muy precisas, como los riesgos
financieros derivados d el riesgo de crédito o del rie sgo de liquidez de una
contraparte; es te tipo de riesgos, son susceptibles de m edirse e incluso
de permitir la aplicación de una nor malización, calificación o gr aduación
como ocurre en el caso de las age ncias calificadoras (rating ag encies)
que establecen gr ados de calificación de los deudores, lo cual per mite
estandarizar la medic ión del grado de probabilidad de cum plimiento
oportuno del servicio de la deuda que contraen.
Por otro lado, hay riesgos del entorn o que se denominan “riesgos sisté-
micos” que no se derivan del comp ortamiento de los sujetos en lo indi-
vidual, sino que resultan de la interacció n de múltiples actores dentro de
un mercado.
Dicho lo anterior, podemos afirmar que la adminis tración de riesgos
es una técnica que se aplica, pr incipalmente, en el manejo de porta-
folios de inversión, pero tambié n en las operaciones de compraventa
(trading) de instrumentos de inversión burs átiles e instrumentos finan -
cieros derivados como los f uturos y las opciones.
Por lo anterior, la administración de ries gos ha sido considerada una
parte import ante de la gestión de entidades financier as, principalmente
bancos, aunque también en una bue na parte a inversionistas inst itucio-
nales de relevancia para los merc ados como sería el caso de los fondos
de pensiones y las instituciones de seguros.
En este sentido, los think tanks financieros y específicame nte enfocados
en la gestión bancaria como B asilea (I, II y III), han hecho énfasis, en sus
postulados, agrupa dos numéricamente por nivel o bajo un criterio p ro-
gresivo y generacional, e n que resulta importante establecer una ade -
cuada administración integral d e riesgos en las institucione s financieras,
a fin de que cuenten con un capital, manuale s, procedimientos y perso-
nal debidamente capacitado que r espalde los riesgos incurridos en su
operación normal y habit ual.
Por lo anterior, de las múltiples clasificacione s de riesgos que exis ten,
consideramos opor tuno dividir los riesgos en cuantificab les y no cuanti-
ficables. Los ries gos cuantificables se dividen, a su ve z, en discrecionales
y no discrecionales.
Empezando de manera inver sa podemos afirmar qu e los riesgos no
cuantificables son los que po r sus orígenes no son susceptibles de ser
medidos, en parte p orque son poco frecuente s e imprevisibles totalmen-
te, y en caso de presenta rse pueden ser los que más afec ten a las institu-
ciones, ya que pueden ge nerar daños catastr óficos. El daño reputacional
(riesgo reputacional) se consi dera como uno de los más relevantes y es
de naturaleza no cuantifica ble, en virtud de que una vez que ocurre sig-
nifica que el prestigio o la cons ideración que la clientela y diferentes per-
sonas de interés en la empresa (s takeholders), han cambiado su posic ión
de apoyo y confianza en la institu ción y su reconstrucción pue de resultar
muy difícil o simplemente estar f uera del alcance posible.
Los riesgos cuantificable s son discrecionales cuando se derivan de una
decisión de inversión, es de cir, de la toma de posición de riesgo, mientras
que los no discrecionales no se de rivan de la toma de posición de riesgo,
sino que se refieren a la gestió n normal del negocio; en este cas o encon-
tramos el riesgo ope racional, el riesgo tecnológico (por ejemplo, el de
conservació n íntegra de los respaldos de la operación) o el riesgo le gal,
que es el que se deriva de l incumplimiento de la normatividad interna o
externa de la instit ución y que puede traducirs e en un daño, una deman-
da de contraparte o en una multa impu esta por la autoridad supe rvisora.

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