La administración pública en el pensamiento político
Autor | Omar Guerrero |
Páginas | 51-72 |
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II. LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
EN EL PENSAMIENTO POLÍTICO
EN OBVIO de espacio, el título de este capítulo se ciñe a los
pensadores políticos, pero no su contenido, que incluye a
quienes se han abocado al estudio de la administración pú-
blica dentro de otros campos del saber social.
Es pertinente y oportuno comenzar evocando una ima-
gen tan equívoca como generalizada,1 por medio de la cual se
observa a la administración pública como un puro artefacto
práctico, caracterizado por la rutina y el papeleo, así como
frecuentemente asociado a la burocracia. Esta imagen, que
comparte el gran público y no pocos cientí cos sociales, da
cuenta de una situación en la cual la administración pública
queda opacada y minusvaluada.
Éste es el motivo por el cual continuamos este escrito,
no con la voz y letra de los cultivadores de la administración
pública, de los cuales se podría sospechar partidismo e inte-
rés corporativo, sino de otros especialistas.
De entrada, asimismo, renunciamos a un análisis univer-
sal de esa administración, para reducir su estudio a la cultura
occidental.
La exposición de quienes no tratan la administración
pública como materia general de sus trabajos, pero sí de un
modo medular, hablará con objetividad de su trascenden cia
1 La imagen ha sido desarrollada por Kenneth Boulding, junto con la in-
ferencia y la expectación, para referir el desarrollo del conocimiento a tra-
vés de esos tres conceptos. Por imagen entiende el contenido real de una
mente humana en particular, es decir, el contenido subjetivo del conocimien-
to. La imagen es lo que el ser humano piensa que es el mundo y la suma de
sus creencias, así como su idea del mundo y de sí mismo, junto con sus
relaciones causales. Kenneth Boulding, The Meaning of the Twentieth Cen-
tury, Harper Colophon Books, Nueva York, 1965, p. 40.
52 LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA, UNA CIENCIA NOBLE
2 Niccolò Machiavelli, Il Principe, Giangiacomo Feltrinelli Editore, Mi-
lán, 1984 (1532), cap. XXII.
3 Federico II de Prusia, Antimaquiavelo, Centro de Estudios Constitu-
cionales, Madrid, 1995 (1840), cap. XXII.
cientí ca. Quizá el lector que no está familiarizado con el
tema de la administración pública se sorprenda del hecho
de que grandes pensadores políticos la hayan tratado tan
central y trascendentemente.
LOS FUNCIONARIOS DEL ESTADO
Uno de los temas más tratados por pensadores políticos es
el referente a los funcionarios del Estado, como es patente
en el libro más célebre de Maquiavelo,2 donde brevemente
trata de los secretarios de los príncipes. Esto mismo es pa-
tente en la répli ca hecha a su obra por Federico el Grande
más de dos siglos después.3
Ello obedece, a nuestro entender, al hecho de que uno
de los rasgos sobresalientes del Estado es la administra-
ción, porque el Estado asume desde un principio sus res-
ponsabilidades sociales, económicas y políticas, las cuales,
signadas por una actividad continua, demanda la forma-
ción de una clase funcionarial. Junto con la continuidad ad-
ministrativa emerge la estabilidad de cargo, pero sujeta al
derecho de re vocación, tomándose distancia de la estamen-
tación de cargos.
Tratar al Estado sin abordar el tema de la administración
pública, y sus funcionarios, signi caba dejar de lado un rasgo
fundamental del orden político oreciente a partir del si-
glo XVI. Esto es visible transparentemente en la obra de Jean
Bodin y Thomas Hobbes en el alba del Estado moderno, y
posteriormente en pensadores políticos de nuestra época,
principalmen te Harold Laski y Hermann Finer, cuando el
Estado fue asumiendo su con guración actual.
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