La administración pública en las grandes corrientes del pensamiento social. Hegelianismo y sansi monismo
Autor | Omar Guerrero |
Páginas | 73-96 |
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III. LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
EN LAS GRANDES CORRIENTES
DEL PENSAMIENTO SOCIAL
Hegelianismo y sansimonismo
A TRAVÉS de los tiempos, sobre todo desde principios del
siglo XVIII, cuando el Estado comenzó a desarrollar los ras-
gos esenciales que lo caracterizan hasta el presente —y su
administración se personi ca en las formas actuales—,
su devenir tiende a ser representado por dos modos opues-
tos. A ello contribuyó la emergencia de la industrialización
que, habiendo abandonado sus moldes artesa nales, hace
emerger junto con ella una modalidad inédita de adminis-
tración que se llama manejo (management). El locus donde
fue gestado radica en los procesos de producción basados
en el uso de la máquina, la cual ha engendrado nuevas rela-
ciones de producción y, por consiguiente, nuevos adminis-
tradores (gerentes) y nuevos administrados (obreros).
La economía y su gerencia así nacidos buscan un aco-
modo junto al Estado más antiguo, creándose relaciones de
ajuste que tienden a ser tensas debido no sólo a los proble-
mas de mutua compatibilidad, sino también por el efecto de
la aparición de un tercer factor: el público, que, por un lado,
se identi ca con los procesos económicos emergentes, y por
el otro, representa una modalidad novedosa de publicidad sur-
gida al margen de la ancestral res publica.
Los dos enfoques enunciados se representan de un modo
típico en las obras de dos conspicuos hombres de pensamien-
to social trascendental, además de ser contemporáneos, cu-
yos trabajos dibujan con nitidez la esencia de su tiempo.
Dos de sus principales obras fueron publicadas en el mismo
74 LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA, UNA CIENCIA NOBLE
año: 1821. Sus autores son Georg Wilhelm Friedrich Hegel y
Henri de Saint-Simon. La primera se titula Filosofía del de-
recho,1 la segunda El sistema industrial.2
A esas dos propuestas hay que añadir otro par de co-
rrientes igualmente insignes del pensamiento social. Una de
ellas es el marxismo, de sobra conocido; la otra el anarquis-
mo, igualmente célebre, pero menos estudiado. Por ello no
está de más decir que el anarquismo antecede por varias dé-
cadas al hegelianismo, al sansimonismo y al marxismo, si con-
venimos en aceptar como su fundador a William Godwin,
cuya obra principal, Justicia política, apareció en 1783. Esta
corriente de pensamiento supone la posibilidad de establecer
la anarquía, es decir, una sociedad cuyos procesos vitales
obe decen a mecanismos de colaboración social mutualista,
para la cual el gobierno es prescindible, por no existir en su
seno relaciones de poder ni autoridad. En efecto, el gobier-
no es innecesario, pero no la autoadministración, que asume
una fórmula federalista y local, porque no estorba los pro-
cesos sociales y políticos naturales.
En los escritos formulados dentro de esas cuatro gran-
des corrientes del pensamiento social existe el aborda-
miento de la administración pública, desde cuatro enfo-
ques diversos. Lo destacable es que la administración
pública es tratada con rigor cientí co, de modo similar a
como se trata el tema rio político, económico y social, por-
que está situada céntricamente en los marcos de de ni-
ción del Estado y la sociedad, así como de sus relaciones.
Thomas Paine escribió en 1876 lo siguiente:
Algunos escritores han confundido a la sociedad y el gobierno,
haciendo poca o ninguna distinción entre ambos, cuando ellos
1 Georg W. F. Hegel, Filosofía del derecho, Universidad Central de Vene-
zuela, Caracas, 1976 (1821).
2 Henri de Saint-Simon, El sistema industrial, Ediciones de la Revista
del Trabajo, Madrid, 1975 (1821).
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