Administración de Tecnología / Negocio con base tecnológica

AutorEnrique Canales

Las ventajas comparativas de un negocio -pequeño o grande, que para el caso da lo mismo- pueden ser de muy diferente naturaleza. La situación geográfica en una zona de la ciudad puede ser una ventaja. Un extenso surtido también podría ser una ventaja. Permanecer abierto siempre, podría ser otra. Pero ésas no son ventajas tecnológicas. Afortunadamente las posibilidades de lograr ventajas competitivas es inmensa; la imaginación y el esfuerzo son nuestros límites.

En el sector de electrónica, computación y tecnologías de la información, existe la pésima costumbre de llamarle "ventajas tecnológicas o de alta tecnología" a aquellas ventajas que se logran comprando lo último de lo último en programas, en equipo de cómputo o en sistemas de información. Sin embargo, para esta columna, todo lo que compras es de un nivel profesional popular. Para lograr tener una ventaja tecnológica, es necesario agregarle mucho estudio, algunos desarrollos de procesos, productos y servicios, para llegar a "saber hacer" algo que los competidores no pueden comprar, ni pedir por teléfono.

Si tu ventaja tecnológica la puedes conseguir en internet, eso quiere decir que no es ventaja tecnológica. Lo que puede ser es una ventaja de modernización o de actualización, pero cualquiera lo puede conseguir, si tiene el teléfono y el dinero.

Entonces cuando hablamos de un negocio con base tecnológica, estamos hablando que hemos podido profundizar los conocimientos en uno o varios temas por encima del conocimiento que tienen los clientes, por encima de lo que saben y enseñan los profesores de carrera, por encima de los libros, por encima de los proveedores o por encima de lo que viene en las revistas del ramo.

Por eso, es notable el gran fracaso que se tiene cuando algunas universidades o ciudades, diseñan y habilitan espacios especiales para "incubar empresas con base en tecnología". Confunden el nivel tecnológico de la empresa, es decir el nivel ventajoso de los conocimientos de unos empresarios, con el tema de electrónica, computación, programación o tecnologías de información. He visto incubadoras, en Guadalajara, Monterrey, Cuernavaca, y en todas ellas veo que los negocios ahí en ciernes, no tienen una base competitiva de carácter tecnológico.

Las empresas que se gestaron en la carretera 128 cercana a Boston, y en el Valle del Silicio, influenciado por Stanford, Berkeley y UCLA, se formaron lentamente, por muchos años, y ahora se les quiere imitar por su forma y no por su...

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