La Actitud Profesional como Estilo de Vida
| Autor | Mtro. Jorge A. Alfaro Villamil |
| Páginas | 32-33 |
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Generalmente en la práctica profesional nos vemos en la necesidad de trabajar con gente de diversas formaciones. En principio, esto no cobraría especial importancia si es de nuestra misma nacionalidad, habla el mismo idioma y tiene costumbres semejantes. Sin embargo, las diferencias de formación entre esferas académicas e incluso la propia experiencia ajena al ámbito académico, moldean una estructura de pensamiento que se ve re?ejada en la personalidad y especialmente en el uso del lenguaje. Esta situación llegar a ser una verdadera di?cultad cuando el sentido de la práctica profesional no es asumida en una visión amplia.
La actitud profesional podría de?nirse como una tendencia hacia la búsqueda de soluciones óptimas en las operaciones inherentes al desempeño de la profesión. Dependiendo del campo de trabajo, puede tomar diferentes orientaciones; las capacidades de negociar, conciliar, organizar, clasi?car, modelar, diseñar métodos, etc., son características asociadas con el desempeño “profesional”. Sin embargo, para que éstas se desarrollen en forma equilibrada y su?ciente como para lograr un desempeño exitoso en términos de lo esperado laboralmente, se requiere un equilibrio de habilidades mentales no necesariamente ligadas a la formación académica. Podemos dividirla en dos grandes bloques: habilidades intelectuales y habilidades emocionales
Las primeras tienen que ver con nuestra capacidad de procesar información en forma lógica; está muy vinculada al razonamiento. La segunda se relaciona más con capacidades de auto regular nuestros pensamientos y emociones, de adecuar nuestras expectativas, nuestras circunstancias y capacidades y por supuesto, de relacionarnos con otros en forma asertiva.
En muchas ocasiones nos encontramos con gente con alto nivel de formación académica y con fuertes habilidades intelectuales, pero que no necesariamente mantiene una relación sana con la gente que le rodea ya sea en su trabajo o familia o que tampoco está satisfecha con su desempeño, pues sus expectativas de sí mismo no se ajustan a su realidad. También es común encontrarnos personas que tal vez no tienen una formación académica ni muy profunda ni muy amplia, pero con una gran facilidad para llevarse bien con la gente, que suelen mostrar una actitud positiva ante las adversidades y que en general están bien.
A continuación desglosamos algunas de esas habilidades.
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