Un acierto de Fonca y Conaculta

AutorBlanca González Rosas

Disfrazada en su título y operación como un "Programa para la promoción internacional de artistas visuales mexicanos", esta simulación o iniciativa creada durante el último año de la gestión presidencial de Felipe Calderón por la entonces presidenta de Conaculta, Consuelo Sái-zar, ha evidenciado el modelo oligopólico que existe en el mercado mexicano del arte contemporáneo.

Peligroso por el dominio que ejerce en la promoción gubernamental del arte, este oli-gopolio, que además goza del uso de los museos y la pleitesía de los funcionarios públicos, no debería apoyarse con los impuestos ciudadanos.

Exageradamente irresponsable, de 2012 a 2014 el programa ha regalado casi 23 millones para que negociantes en arte asistan a ferias internacionales a vender sus mercancías. Entre los beneficiados, la Galería Arroniz recibió 2 millones 182 mil pesos, la OMR 2 millones, Labor 1 millón 993 mil, Proyectos Monclova 1 millón 971 mil, Enrique Guerrero 1 millón 515 mil, Kurimanzutto 1 millón 500 mil, Patricia Conde 1 millón 485 mil, el español Luis Adelantado 1 millón 8 mil, Gaga 1 millón, Marso 999 mil, Nina Menocal 933 mil, Hilario Galguera 787 mil.

Con excepción de la tapa-tía Curro y Poncho, que recibió 1 millón 254 mil, y de la re-giomontana Alternativa Once, que se benefició con 802 mil pesos, el dispendio se repartió en 19 galerías de la Ciudad de México. Como retribución social por la subvención ciudadana, las exitosas galerías Kurimanzutto y OMR, clientes permanentes de ferias tan lucrativas...

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