70 años. La tumba de Pakal en Palenque

AutorMarta Durán De Huerta

El 15 de junio de 1952 en Palenque, Chiapas, un equipo encabezado por Alberto Ruz Lhuillier y formado por arqueólogos, antropólogos físicos, albañiles, pasantes de la carrera de antropología y un periodista, descubrieron en Palenque, Chiapas, una tumba real en el fondo de una pirámide. El hallazgo fue un hito en la arqueología mexicana, pues hasta entonces sólo se tenía noticia de cámaras mortuorias en las pirámides de Egipto.

"No habíamos dormido ni un minuto pero era tanta la emoción y la adrenalina que no sentimos cansancio alguno. Sentíamos que el corazón nos latía a mil por hora, que se nos saldría del pecho. Llegamos a una cripta en el fondo del Templo de las Inscripciones. La tensión aumentaba conforme fuimos deslizando la lápida sarcófago y la tapa que lo sellaba herméticamente, también de piedra. Con sumo cuidado y milímetro a milímetro, fuimos recorriendo las lápidas. Estábamos empapados en sudor por el calor sofocante y la humedad de la cripta. De pronto tuvimos ante nuestros ojos los restos de un rey. Lloramos de alegría", contaba a la menor provocación el antropólogo físico Arturo Romano Pacheco, quien 30 años más tarde identificara los restos de Sor Juana Inés de la Cruz en el Convento de San Jerónimo, en la Ciudad de México. Romano Pacheco señalaba que los albañiles de la región no querían trabajar para los arqueólogos porque creían que Palenque estaba embrujada.

La otra escalera al cielo

Alberto Ruz Lhuillier llevaba meses explorando Palenque, buscando asentamientos de grupos humanos anteriores a los mayas.

"El doctor Alfonso Caso me había recomendado en broma que descubriera, debajo de algún templo maya de Palenque, otro olmeca", solía ironizar, cuando de manera fortuita encontró dos escalones en el Templo de las Inscripciones. Al principio pensó que se trataba de un altar. Intrigado inició la excavación y descubrió lo que sería una escalera que llegaba al fondo y al centro de la pirámide. Al tiempo que se retiraba el relleno con piedras de túneles, pasillos y cámaras que sellaban la tumba, otro equipo de arqueólogos quitó maleza y árboles por fuera de la pirámide para después reconstruirla.

Las investigaciones de los arqueólogos arrojan que primero se construyó la cámara mortuoria de Pakal (varios metros por debajo de la plaza), sobre ella la pirámide, y en la cima, un templo. Por esta razón los restos del señor de Palenque siguen ahí. Para sacarlos habría que destruir el Templo de las Inscripciones. Lo que se exhibe en...

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