Había una vez...
Autor | Héctor Tajonar |
Asimismo, relata que el fin de esa edad de oro lo obligó a unirse a la orden de los caballeros andantes, para defender a las doncellas, amparar a las viudas y socorrer a los huérfanos y a los menesterosos. Imbuido en el laberinto de su propia imaginación, Don Quijote estaba resuelto a recuperar un pasado ideal.
La misión del Caballero de la Triste Figura estaba condenada al fracaso porque implicaba "una rebelión contra el tiempo, que es irreversible e inconquistable", afirma el humanista estadunidense Mark Lilla en su libro más reciente, The Shipwrecfeed Mind. On Po-litical Reaction (2016: La mente náufraga. Sobre la reacción política). El especialista en el pensamiento político y religioso de Occidente toma a Don Quijote como ejemplo literario de la mente "reaccionaria", para establecer un paralelismo un tanto forzado entre Don Quijote -a quien considera un mesías tragicómico y, a la vez, un símbolo del sufrimiento cristiano-y el radicalismo islámico, cuya narrativa intento sintetizar, basado en el epílogo titulado "El caballero y el califa":
Antes de la llegada de Mahoma el mundo vivía en la edad de la ignorancia, jahiliyyah. Los grandes imperios estaban sumidos en la inmoralidad pagana y los árabes eran supersticiosos, bebedores y apostadores. Al arribo de Mahoma, los primeros califas transmitieron su mensaje y se empezó a construir una sociedad normada por la ley divina del Corán. Surgieron la justicia y la virtud, y durante varios siglos se desarrollaron las artes y las ciencias, pero el progreso trajo consigo el lujo y éste engendró el vicio y el estancamiento.
Durante el siglo XIX la colonización se convirtió en otra Cruzada de Occidente, no para convertirlos a otra religión, sino para imponerles un orden secular mediante los descubrimientos de la ciencia y la tecnología. Las élites musulmanas se volvieron fanáticas del desarrollo y la nueva oferta logró someter a los fieles. La combinación de secularismo, individualismo, materialismo, indiferencia moral y tiranía condujo a una nueva jahiliyyah. Hoy, todo fiel musulmán debe luchar contra la nueva era de la ignorancia. El Corán puede usarse para convertir el rencor y la venganza históricos en sentimientos sagrados.
Cuando la edad de oro se mezcla con el apocalipsis la tierra empieza a temblar. Surge así un terrorismo suicida sin fronteras, muchos perpetradores de los atentados han nacido en Europa. En 2014 se crea el grupo terrorista autodenominado Estado Islámico y su líder se...
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