50 Años del trenazo de puente Moreno. La sombra del sabotaje

AutorSergio Rincón

SALTILLO, COAH- Han pasado más de 22 horas del descarrilamiento del tren. Es la noche del viernes 6 de octubre de 1972. Los miembros de la tripulación de la máquina con matrícula 8402-5, propiedad de Ferrocarriles Nacionales de México, son trasladados a la penitenciaría de Saltillo, Coahuila, acusados de los delitos de daño en propiedad ajena, "homicidio colectivo" y violación a las vías de comunicación, con lo que pueden alcanzar penas de 30 años en prisión.

Los exámenes médicos muestran que -supuestamente- estaban en "estado de ebriedad", además de que testigos refieren que cuando ocurrió la tragedia los acompañaban mujeres "de la vida galante".

Un reporte de inteligencia del gobierno mexicano, emitido a las 22:00 horas, detalla que había mil 11 pasajeros heridos que eran atendidos en hospitales de Saltillo, Coahuila y Monterrey, y que sólo 152 cadáveres habían sido recuperados entre los hierros retorcidos de los vagones volcados, algunos de éstos incendiados. Se trataba de cuerpos de "niños, mujeres y hombres, la mayoría son personas de clase humilde". Estos datos fueron obtenidos de los primeros reportes que se generaron a nivel federal respecto del peor accidente ferroviario de México, ocurrido a las 23:00 horas del 5 de octubre de 1972, a la altura de Puente Moreno, a unos kilómetros de Saltillo, y que dejó oficialmente 234 muertos -casi todos sin que se reconociera su identidad- y mil 200 heridos. Era un tren en el que viajaban unos mil 600 pasajeros, la mayoría de ellos peregrinos que partieron de la estación de Real de Catorce, San Luis Potosí, a donde habían acudido para participar en las fiestas de San Francisco de Asís.

Los documentos consultados por El Coahuilense en el Archivo General de la Nación (AGN) fueron generados por la Dirección General de Investigaciones Políticas y Sociales (DGIPS); es decir, estos datos eran de la Secretaría de Gobernación y se le hacían llegar al entonces presidente Luis Echeverría Álvarez, quien no acudió al lugar de los hechos.

Los documentos disponibles y generados por agentes de la DGIPS entre los años 1972 y 1977 revelan contradicciones en el caso y dejan ver líneas de investigación que al menos desde el gobierno no se publicitaron. A 50 años de tan trágico episodio, no se conocen con exactitud las razones del descarrilamiento.

Alcohol y mujeres a bordo

En uno de los reportes, fechado el 7 de octubre de 1972 (ubicado en DFS/IPS, caja 2556, exp.4), un agente de la DGIPS escribió un resumen de la declaración del maquinista Melchor Sánchez Chavarría ante el Ministerio Público:

Llegaron a la estación de Vanegas aproximadamente a las 14:00 horas y, como estuvieron parados ahí alrededor de media hora, el fogonero de la tripulación Ignacio Carrizales García y el conductor Jesús Rocha fueron a tomar unas copas a la cantina conocida como Juan Riata, habiéndose tomado el declarante algunas copas de tequila con Coca-Cola; posteriormente abordaron el tren rumbo a Real de Catorce, llegando a ese lugar a las 15:00 horas, donde también se tomaron unas cervezas de bote marca Tecate; que en Real de Catorce, el...

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