Zona submetropolitana / Vota por los animales
| Autor | Héctor Castillo Berthier |
Mañana será día de elecciones.
Ocho mil 203 candidatos aparecerán en las boletas de las elecciones locales en 14 estados de México, para renovar alcaldías, legislaturas y gobernadores.
El 52 por ciento de ellos: "No han reportado a la autoridad electoral ninguna operación de gasto", dijo Ciro Murayama, presidente de la Comisión de Fiscalización del Instituto Nacional Electoral (INE). Y habrá sanciones para ellos (Reforma, 31/V/2016).
Entre todos los candidatos, nos han llenado de propaganda política. Toda igual. Toda superficial. Toda inservible. Toda mentirosa. Toda falsa, para ocultar el verdadero sentido de la política en México: abusar del poder.
El país de los Juanes, de las Guadalupes, de los Josés, de las Marías. De toda esa enorme cantidad de gente que no habla, porque no la dejan decir lo que piensa. Que no sabe qué decir, porque a nadie le importa lo que digan. Que no existe más que como un voto posible en el momento de las elecciones.
El conocimiento y la crítica son herramientas políticas. Pero, si no las aplicamos a nosotros mismos, correremos el riesgo de vivir tiempos aún más sombríos... Y eso parece ser lo que se nos viene encima.
Los rostros de los candidatos (hombres y mujeres) aparecen sonrientes, en fotografías retocadas con "Photoshop", para tener una "imagen moderna", joven, enérgica, que deje claro el modelo del Estado que se dedica a proteger sus candidaturas.
Hay partidos que no deberían de existir. Que son inútiles. Abusivos. Corruptos. Y entre ellos suman sus votos para apoyar al PRI, el gran jerarca del autoritarismo nacional.
El Partido Verde Ecologista de México (PVEM); el Partido Nueva Alianza (PANAL); el Partido de los Trabajadores (PT). Son una burla para la democracia. Su función es apoyar al PRI.
Los otros partidos, no son mejores que ellos. Al final, sumado su trabajo, no hacen sino fortalecer los mecanismos de control oficiales.
México es un país de derecha. Y a la derecha no le gusta que nadie cuestione sus intereses. Lucha para no dejar de ganar nunca. Lucha para que sus políticos acumulen cada vez más riqueza. Pero sobre todo lucha para que no aparezca ninguna alternativa que logre desestabilizarla, o ponerla en riesgo.
Por eso, mantener un pueblo de pobres es vital para ellos.
No están dispuestos a permitir que el sistema cambie de rumbo.
Fortalecen las estructuras de poder que garantizan que la injusticia y la desigualdad sigan vigentes.
Ninguna elección, como la de mañana, cambiará al país.
GUERRA...
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba