Zona submetropolitana / ¡Traigan ese pollo!

AutorHéctor Castillo Berthier

Chapo, tienes 61 años, recién cumplidos y sabes que tu origen viene prácticamente de la nada.

Recuerda que vienes de una familia muy humilde. Tu mamá hacía pan y tú lo vendías. Igual que lo hacías con naranjas, refrescos y dulces, allá en el rancho de La Tuna, un área del municipio de Badiraguato, Sinaloa, que hasta hoy no da oportunidades de trabajo para los jóvenes.

Recuerda que tu madre era muy trabajadora. Que trabajaba duro. Mientras ustedes cultivaban maíz, frijoles y tú cuidabas el ganado de tu abuela, además de cortar madera.

Realmente, nunca tuviste oportunidad de prepararte ni de hacer estudios. Tu lenguaje es escaso, simple, algunos dicen que es "primitivo" ya que apenas llegaste a tercero de primaria. Sabes que no eres capaz de articular grandes ideas. Pero tus sentimientos, como el amor, están a flor de piel.

Por eso, a los 15 años (1969) viste que algunos de tus colegas sembraban mariguana y amapola para buscar una forma de sobrevivir. Y empezaste a plantarla, cultivarla y venderla, con lo cual se inició una historia que le dio sentido a tu vida.

Hace algunos meses afirmabas abiertamente: "Trafico más heroína, metanfetaminas, cocaína y mariguana que nadie en el mundo. Tengo una flotilla de submarinos, aviones, camiones y botes".

Imagínate, venir de la nada y terminar anotado como billonario en la revista Forbes, al lado de Emilio Azcárraga y de Ricardo Salinas Pliego, los dueños de las dos grandes televisoras nacionales, junto con muchos otros personajes.

Pero, a pesar de eso y de que la gran fortuna que pudiste conseguir estuvo salpicada de sangre por todas partes, sabes que no eres un hombre violento.

"Todo lo que he hecho es defenderme, nada más. ¿Empiezo problemas?, nunca", aseguras.

Y estás consciente que el negocio de las drogas ha cambiado con el tiempo.

Sabes que hoy existen muchas drogas. Que no es un negocio solitario.

Sabes que las drogas no pueden depender de una sola persona y que, por el contrario, necesitan, obedecen, sirven y se someten a muchos otros.

Por eso es importante que reconozcas que tú te dedicas a tu trabajo y el gobierno se dedica al suyo.

Tú te escondes, no te muestras. Mientras que los políticos dan la cara, hacen discursos, se enriquecen abiertamente. Y cuando consigues establecer un acuerdo con ellos, es mejor que nadie lo sepa.

Cada quien protege su negocio y forma de vida. Y tú tienes un estilo muy personal de vida.

Por eso, cuando en 2012, la bella artista Kate del Castillo te mencionó...

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