Zona Submetropolitana / Los 'Spin Doctors'

Cada día nos volvemos más y más insensibles frente a los desastres que ocurren en todo el mundo. Algunos son por causas "naturales" y otros, por la desidia e incompetencia humana para prevenirlos racionalmente.

La lista es enorme y va de los terremotos frecuentes en la India, al Tsunami en Indonesia, a la devastación de la ex maravillosa Nueva Orleáns... pasando por las frecuentes rupturas de tuberías y derrames de sustancias tóxicas a las que nos tiene acostumbrados PEMEX a todo lo largo y ancho del país: "¿Si hay contaminación?, ¡ahí está PEMEX!"... diría su vieja campaña publicitaria.

Los medios de comunicación (en especial la Caja Idiota), nos inundan día con día con imágenes inimaginables para quien no ha estado cerca de ellas. Tal es el caso de los efectos del huracán Katrina en Nueva Orleáns.

Nueva Orleáns, lo mismo que San Francisco, Nueva York o Boston, son de las pocas y muy contadas ciudades de los Estados Unidos que, además de ser ciudades con una magia propia, representan verdaderos bastiones de la cultura mundial en el más amplio sentido de este concepto. Ahí no todo son Hot Dogs, ni el sueño americano, ni la familia Bush. Ahí hay fuertes "raíces culturales", que ya es mucho decir en un país cuya cultura se genera masivamente a través de la televisión y el consumo.

No voy a repetir los miles de lugares comunes que hemos escuchado durante las últimas semanas. Baste decir que la tragedia de Nueva Orleáns es un hecho que perfectamente pudo haberse evitado; los riesgos ya había sido detectados mucho tiempo atrás; los avisos de atención al gobierno estaban a la vista de todos. Hace algunos años, la revista Time publicó un extenso reportaje previniendo de los riesgos de una inundación en esta ciudad... ¿Quién no escuchó?, ¿porqué no hicieron nada?, ¿los fondos de prevención se fueron a la guerra del petróleo del Hijo de Bush?, ¿les vale madre?... lo dejo a su criterio.

Lo único cierto es que, además de los estragos causados en la ciudad por Katrina, sus efectos mediáticos van mucho más allá y sacaron a relucir una parte vieja, pobre, miserable y olvidada de los Estados Unidos, el Sureste de Louisiana y, todavía más lejos, nos enseñaron una cara desconocida del imperialismo: la verdadera marginalidad de los yanquis pobres. Las diferencias de clase y raza que mostró Katrina me parecen mayores que los daños materiales que dejó el huracán.

DESASTRES... ¿NATURALES?

Sin duda para que esto fuera posible se necesitó de la convergencia de...

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