Zona submetropolitana / Batallón de San Patricio 2

Quien piense que la Historia es sinónimo de pasado, vive una mentira. Todo nuestro pasado afecta nuestra vida cotidiana.

Todos estos eventos, están plasmados en diversos Acuerdos, Convenios, Tratados y toda una amplia literatura que, desde diferentes perspectivas, nos narra lo sucedido.

Hay de todo. Desde las mentiras y engaños más atroces, hasta errores de cálculo y de visión de los personajes. No vamos a entrar en ellos, salvo algunos pequeños detalles para contextualizar esta breve historia.

Antes de iniciar la guerra de los gringos contra México, hay un sinnúmero de elementos acumulados que, en el fondo, son la parte más importante del inicio de esta agresión.

Por ejemplo, a partir de la Independencia de los Estados Unidos (1783), todos sus gobiernos acudieron a la Ciudad de México a visitar a los Virreyes en turno y ofrecer dinero para comprar los vastos territorios del norte de la Nueva España.

Lo mismo hicieron con los gobiernos mexicanos, al consumarse la Independencia de México en 1821.

En todas esas visitas, la respuesta fue siempre la misma: No.

Había ya, desde entonces, un añejo deseo estadounidense para comprar los territorios de la Nueva España y luego de México, que se agotó frente a las permanentes negativas de virreyes y presidentes.

Estados Unidos ya había realizado la compra de Luisiana, el 30 de abril de 1803, con Napoleón Bonaparte, a un precio de 7 centavos por hectárea (dos millones 500 mil kilómetros cuadrados, aproximadamente), en 15 millones de dólares... sin impuestos.

Lo mismo sucedió con la Florida, comprada a España el 22 de febrero de 1819 en 5 millones de dólares.

Los Estados Unidos ya tenían el Este, después de su guerra con Inglaterra (las 13 Colonias). Con Luisiana, adquirían la parte media del país (casi otros 14 Estados), comprado a Francia.

Fue con esto en la mano, cuando buscaron tomar el oeste ya que a los gringos les urgía buscar puertos en el Océano Pacífico, para impulsar el desarrollo de su comercio con el Lejano Oriente.

Los dos puertos adecuados para dicha navegación eran los de San Diego y San Francisco, ubicados en la región de la Alta California.

Además querían también formalizar la ocupación de Texas y, de paso, sumarle las de Tamaulipas, Coahuila, Chihuahua y Nuevo México.

Pero México se oponía, a pesar de saberse en desventaja y con todos sus problemas acumulados.

Hacia 1836, los texanos aprovecharon la desastrosa situación política de México y se declararon en independencia. Nueve años se...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR