Zona Submetropolitana / México: país de opereta
México es un país de opereta, muy mala por cierto. Los diversos actores de las muy variadas y complejas escenas de nuestra vida política contemporánea dejan mucho que desear. Son en general muy "chatos", muy poco creativos, muy ambiciosos, egoístas, gandallas, rapiñeros y por si fuera poco tienen muy poca credibilidad, por no hablar de las ineficiencias y malos desempeños inherentes a su trabajo.
En la primera encuesta sobre la Juventud del año 2000, el 84.5 por ciento de los jóvenes de todo el país afirmaban que no creían en los políticos. Cinco años más tarde, la cifra había crecido más de 4 puntos. Si a eso le sumamos los pleitos partidistas, las descalificaciones mutuas, la falta de transparencia en el ejercicio de la administración, la impunidad de la que gozan los políticos pillos y el subdesarrollo en que se encuentra la justicia, el resultado es obvio: la política es una porquería.
Si no pasa ninguna tragedia indeseable, el día de hoy Felipe de Jesús, deberá cumplir con el mandato constitucional de presentar en el Congreso de la Unión un informe de los primeros nueve meses de su gestión.
Ya hemos comentado lo obsoleto y anacrónico del viejo formato de este informe. También hemos podido constatar, en los diversos medios de comunicación, las diferentes posturas de los partidos políticos: el PAN quiere tenerlo ahí para aplaudirle y vitorearlo; el PRD dice que si se atreve a querer subirse a hablar en la tribuna lo van a callar a mazapanazos; mientras el PRI se frota las manos, los deja que se peleen para después sumarse al que vaya ganando la pelea y obtener más recursos, más posiciones y más impunidad para su larga lista de políticos transas.
En fin, no creo que hoy suceda nada extraordinario. Seguramente entre todos encontrarán un mecanismo avalado jurídicamente para dejar que Felipe de Jesús llegue al Congreso, entregue su informe y se retire sin tener posibilidad de subirse a la tribuna, por lo que ya amenazó que el domingo a las 11 de la mañana dará su informe a la nación desde sus oficinas en Palacio Nacional, en vivo y a todo color en cadena nacional.
¿Y qué ganamos los mexicanos con esto?, nada. ¿De qué nos sirve que vaya y lo entregue?, de nada. ¿Y si manda su mensaje a la nación al día siguiente nos servirá de algo práctico?, no lo creo. Son meras estrategias para promover y apoyar su imagen política, al tiempo de tener más herramientas para desacreditar a sus opositores.
El informe sería importante si pudiera ser discutido...
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