Zona submetropolitana / No nos pueden callar

AutorHéctor Castillo Berthier

En el periodismo contemporáneo hay un hombre singular, Ryszard Kapuscinski, nacido en Polonia el 4 de marzo de 1932, que fue historiador, escritor, ensayista y poeta. Murió en Varsovia el 23 de enero de 2007.

Estudió Historia, pero se hizo reportero en un pequeño diario de Polonia. Y según él mismo lo contaba, rechazó el estilo de muchos otros colegas periodistas que pasan su vida sin pena ni gloria, en un oficio que fácilmente puede convertirlos en personas "sin ideales y sin fe", pero con un apetito voraz de rápidas ganancias.

A Kapuscinski, Gabriel García Márquez lo llamó "maestro" y ha llegado a ser considerado como el padre del "nuevo periodismo".

Son de esas personas que "Tienen fuego en el vientre", como dicen los británicos de esas personalidades salvajes e indoblegables que no parecen conocer fronteras.

Uno de sus libros "Los cínicos no sirven para este oficio", es peculiar. Ahí explica con claridad, que fue el Amor lo que lo llevó a convertirse en periodista: "A Kapuscinsky lo movió el amor. El amor y el respeto por sí mismo y por su profesión. El amor por la verdad. El amor por la palabra. El amor por la inteligencia y el conocimiento", comenta el maestro Miguel Sánchez de Armas.

En otro de sus libros "Los Cinco Sentidos del Periodista", comenta: "Como periodistas, la tensión entre lo local y lo global nos toca particularmente. Para aquellos que trabajan en el centro del mundo, todo lo que allí sucede tiene automáticamente calor central por sí mismo. Pero para los que trabajamos en la gran periferia es muy importante entender que debemos buscar lo universal en cualquier tema, aquello que revela el mundo entero en una gota de agua. Porque una gota de agua contiene al mundo, pero hay que saber encontrar el mundo en una gota de agua".

Por eso, en el momento de escribir, es importante pensar la dimensión universal de lo que se escribe.

Aprender a pasar de lo pequeño a lo grande. Buscar las metáforas y símbolos que descubran en las historias concretas un mensaje universal, una pista que ayude a entender las leyes del mundo.

Ese pensamiento debe ser parte del periodismo independiente.

Más allá de los momentos particulares de un gobierno como el que tenemos, es vital denunciar la corrupción que persiste y no dejar que quede en el olvido.

La trascendencia de este periodismo será utilizada por las siguientes generaciones.

LA SOMBRA DEL CAUDILLO

Hay algunos ejemplos sobresalientes del trabajo de los periodistas en este sentido.

No...

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