Zona submetropolitana / ¿México 1 - Brasil 0?

Hace unos días, sin querer, me topé con una edición deportiva, de esas que no acostumbro leer salvo en contadas ocasiones y leí en un grandioso encabezado su nota de ocho columnas: "México 1 - Brasil 0".

No me resistí y compré el periódico para ver de qué se trataba. No era otra cosa que un partido más o menos mediocre, más o menos convencional, de nula importancia para los brasileños, sin ninguna trascendencia para nadie, en donde el cronista narraba con detalle cómo la Sub-17 de México, había derrotado a su homóloga brasileña para poder seguir "viva" en el Mundial de Nigeria... ja!

Confieso que al principio me dio gusto. Saber que los mexicanos vencen cualquier obstáculo o ponen en alto "el nombre del país", siempre es digno de elogio.

Ahí tiene por ejemplo, los casos de nuestros pocos, pero muy queridos Premios Nobel, o del premio Príncipe de Asturias que acaba de recibir mi muy amada "Alma Mater", la UNAM. Todas esas muestras de inteligencia y dedicación deben de llenarnos de orgullo a todos por igual.

Pero estos modelos de dedicación al estudio, a la exploración del conocimiento, o a la búsqueda de la excelencia, no pueden ser comparados jamás con un efímero partido de futbol, que sólo les interesa a los que viven enajenados por esta popular práctica deportiva, que en el fondo no es más que un millonario negocio para unos cuantos privilegiados.

Siendo honestos, sabemos que si se enfrentan las dos selecciones grandes, México no tiene la más mínima oportunidad de ganar y que conste que no lo digo yo, así aparece en todas estadísticas de las casas de apuesta que se dicen respetables... (¿hay alguna?).

Entonces lo pensé desde otro ángulo y me dije: ¿México 1 - Brasil 0? Y, ¿qué pasaría si aplicamos este mismo marcador a lo que es y ha sido nuestra historia política reciente?: ¿quién gana?, ¿quién pierde?, o ¿hay un empate?

Y nomás para que se dé una idea de lo que hablo le paso al costo alguna información básica para entender esta singular comparación.

BRASIL 10 Brasil tiene muchos de los mismos problemas que nosotros padecemos: pobreza, narcotráfico, violencia, corrupción, grupos indígenas desatendidos, etc. Sin embargo, en Brasil domina un optimismo en su población y todo les indica que finalmente ya encontraron un camino hacia el futuro.

La economía de Brasil va hacia delante y está creciendo a un ritmo del 5 por ciento. Lula se decidió a pagar la deuda externa para no depender más de los designios del Banco Mundial y de los gringos, e...

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