Zona submetropolitana / El Mártir de la 4T

El Mártir ganó devastadoramente las elecciones. Y a pesar de sus muchos esfuerzos, la opinión pública lo traía en jaque.

Buscaba la Cuarta Transformación (4T). Creía batear más de 300 y lanzar bolas de 95 km por hora.

Mucha gente lo apoyaba. Los Amlovers y los Pejezombies lo amaban... Pero los "Fifís" lo odiaban.

Sabía que su camino, enviado desde el más allá por Benito Juárez, no era fácil.

Menos ahora que los ataques de la multitud de Conservadores lo llamaban: ¡Populista!; ¡Enemigo del desarrollo económico!; ¡Memorándums No!

Era un ataque de los derechistas, continuistas, dedicados a proteger el poder económico que heredaron desde que nació Adam Smith... E incluía a muchos periodistas y hasta algún Premio Nobel.

"¿Acaso eres tú el elegido?", le preguntaban sus detractores, a lo que respondía: "Si tú lo dices lo soy".

"¡Ha blasfemado!, ¡Ha blasfemado!", decían los hombres y mujeres, identificados como los conservadores fifís.

"¡Crucifíquenlo!" gritaban todos en coro.

Treinta periodistas fifís comprados por los conservadores, estaban unificados: "Nos quitó los chayotes"; "Este es un populista que debe pagar por sus culpas"; "No hay nada como el neoliberalismo"... se decían en secreto.

Afuera, el alboroto era grande.

Los dueños de las empresas no querían un gobernador de izquierda. Las Certificadoras Internacionales bajaban la calificación de México. Y hasta el profeta Krauze, lo atacó en su campaña política.

Querían acabar con él... Pero no sabían qué hacer.

"¡Dice que somos una mafia!", "¡Nos quiere convertir en Venezuela!", gritaban los conservadores.

En Twitter aparecía cotidianamente: "¡Tiene los zapatos sucios!"; "¡Nos matará de hambre!"; "¡Viva la Ley y muera AMLO!"... Nada era suficiente.

"¿Qué vamos a hacer con él?", se decían.

Los conservadores fifís, resignados, esperando una señal divina, decidieron que el destino tomara su curso inevitable.

No querían a AMLO. Y decidieron pararlo de cualquier forma.

Por eso decidieron crucificarlo en Semana Santa.

LA DETENCIÓN

Con sus contratos realizados por asignación directa. Asegurando que su estrategia contra el huachicol había fallado y que el número de muertos había aumentado, los fifís se abalanzaron sobre él, después de un partido de beisbol.

Querían una detención "limpia". No querían alborotos. Fue tomado por sorpresa.

"¿De qué me culpan?"... Dijo:

"¿De preocuparme por los más pobres? ¿De acabar con la corrupción? ¿De que me gusta la historia? Bienaventurados los pobres, los humildes...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR