Zona Submetropolitana / ¿Es usted verde?

Con esto de la ecología desde hace ya varios años -no muchos por cierto-, los ciudadanos comunes y corrientes empezamos a adquirir conciencia de que algo muy malo estaba pasando en nuestro planeta debido sobre todo a la indolencia que nos caracteriza y a nuestra falta de visión del futuro.

Aunado a lo anterior, están los procesos de "modernización" que ha sufrido la humanidad en su conjunto, y que van desde la irracional depredación de los recursos naturales, hasta el envenenamiento de ríos y mares, la desertificación de enormes extensiones territoriales, el aniquilamiento de especies animales y la contaminación del aire y el agua.

De ahí que en la búsqueda por encontrar salidas viables para la sobrevivencia humana en tan nefastas condiciones, ha surgido un renacimiento de la conciencia ecológica que poco a poco va tomando curso y empieza a adentrarse en nuestras vidas para darle un sentido lógico al devenir humano.

Pese a todo, no es mi intención angustiarlo -en estos breves días de asueto santificado- para que se sumerja en una reflexión profunda de la angustiante realidad, sino que más bien lo convido a realizar un ejercicio mental -superficial- que puede resultarle sumamente útil.

Por ello lo invito, querido lector, a que realice una pequeña prueba de su madurez ecológica y de su reciedumbre para enfrentar los retos de la vida moderna.

Para esto, le propongo un breve cuestionario de once preguntas básicas que le darán la medida perfecta de su estabilidad mental frente al medio ambiente.

Respóndalas con toda la seriedad posible y mida qué tan real es su compromiso con la naturaleza:

  1. ) Si encontrara una enorme mancha negra de aceite en una playa de Acapulco, ¿qué haría?

    1. La aplicaría como protector solar a su suegra.

    2. Nada, no soy racista.

    3. Se pondría negro del coraje sin necesidad de bronceador.

  2. ) Usted hace una "taquiza" en un bosque y provoca, sin querer, un incendio, ¿cuál sería su reacción?

    1. Deja, a propósito, una lata de gasolina cerca de su jefe.

    2. Intenta convencer a todos de lo saludable que es el arroz quemado.

    3. Trata de apagarlo primero con las "cocas", antes de tener que usar las "tecates".

  3. ) ¿Consentiría usted que su mujer se comprara un abrigo de pieles?

    1. No hace falta, es muy peluda, -es Jalil, me dice el de junto-.

    2. Sólo si es piel de pollo, para esconder las cicatrices de la varicela.

    3. Sí, pero antes les regalaría varios abrigos de piel humana a las viudas de los visones.

  4. ) ¿Le importaría que le...

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