Zona submetropolitana / La cultura Hip Hop
| Autor | Hector Castillo Berthier |
Cada generación tiene su propio soundtrack, su propia banda sonora, su propia música que la autodefine e identifica y hoy, sin duda alguna, el Rap y el Hip Hop son parte fundamental de la vida diaria de millones de jóvenes en todo el mundo.
Más de 35 años han pasado desde aquella legendaria primera fiesta en la avenida Sedgewick en el Bronx, Nueva York, en donde Kool Herc fue partícipe de la primera manifestación que hay registrada de la cultura Hip Hop en la historia.
Desde mediados de los años setenta y hasta principios de los años ochenta, la cultura Hip Hop se mantuvo al margen de la industria comercial masiva (léase disqueras, shows y TV) y uno de sus principales distintivos era el fomento y fortalecimiento de la autogestión y el desarrollo de proyectos alternativos.
El Hip Hop producía sus propios eventos, sus fiestas, sus grabaciones y buscaban formas novedosas para la creación de nuevos métodos y redes de distribución y comunicación, en una época en donde no existían las enormes facilidades tecnológicas actuales que hoy nos da el internet, los celulares, las computadoras y todas sus herramientas adyacentes.
Esto hizo que la cultura Hip Hop fuera el reflejo directo de su propia comunidad, de sus creencias, de sus sueños, de sus ideales, de sus retos y no se regía por ningún tipo de intereses externos.
El Hip Hop iba definiendo sus características particulares como el lenguaje, las temáticas, las referencias e influencias musicales, la estética, los hábitos y hasta el impacto visual.
O sea, se trataba de una auténtica contracultura o de una cultura de la resistencia que buscaba mantenerse fuera del consumismo comercial y de la basura mediática y enajenante de los intereses de las grandes corporaciones trasnacionales que miraban esa cultura como un botín.
Y en todos estos años las cosas cambiaron mucho.
La gran industria del espectáculo convirtió a parte de la cultura Hip Hop en un jugoso negocio y el sentido primario de sus fundadores se perdió muchas veces en un mar de intereses económicos y ganancias insultantes.
Sin embargo hay una realidad paralela, poco vista pero real, en donde el espíritu original del Hip Hop sobrevivió de alguna forma y hoy, frente a todos los pronósticos, se ha revitalizado singular y muy creativamente entre los jóvenes, principalmente entre los más empobrecidos o marginales de un sistema en donde siguen teniendo mucho que gritar.
Y están gritando con más fuerza cada vez.
RAP Y HIP HOP
Hay mucha gente que no...
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