Zona submetropolitana / Avándaro 40 años

AutorHector Castillo Berthier

El pasado domingo 11 de septiembre, se celebró el 40 aniversario del mítico Festival de Avándaro "Rock sobre Ruedas" en el cual, se asegura, unos 150 mil jóvenes nos reunimos de la forma más alivianada para hacer lo que más nos gustaba: cotorrear y escuchar música.

De Avándaro se dijeron muchas cosas y ni los organizadores pudieron prever la dimensión que alcanzaría el asunto.

De hecho se trataba, originalmente, de una carrera de autos que sería amenizada por grupos de rock.

Pero no fue así y durante tres días se formó eso que algunos llamaron "la República de la Utopía", que se dio 2 años después del también legendario festival de Woodstock.

El rock en esos tiempos significaba rebeldía, inconformidad, lucha generacional y acumulaba toda esa rabia guardada durante muchas décadas, para gritarle al gobierno, al mundo adulto y a la represiva sociedad conservadora, que los jóvenes no estábamos dispuestos a seguir por los mismos caminos y que queríamos ser diferentes.

El rock llegó a México por la frontera norte y se hospedó en el Distrito Federal.

A finales de los setenta, dejó de ser una imitación del modelo norteamericano para empezar poco a poco a adquirir la nacionalidad mexicana.

Se involucró en la vida de los jóvenes sin respetar posición social y se convirtió en símbolo de identidad de la cultura urbana.

El rock es parte de la cultura contemporánea y, a pesar de los 57 años que tiene de vida, sigue siendo un medio de expresión absolutamente vigente, válido y diverso, con una cantidad enorme de géneros o subgéneros que demandan más espacios de expresión.

El rock es un movimiento social y su llegada fue como una inyección de vida eterna para una gran parte de la generación de los años cincuenta.

Y curiosamente, por ser un elemento intangible, parece haber encontrado la fuente de la eterna juventud con la cual se aprendió a rejuvenecer generación tras generación.

LA ESENCIA DEL ROCK

El 2 de octubre de 1968 fue un día crucial para entender y dimensionar la sórdida represión que ejercía el gobierno autoritario del PRI en contra del pueblo mexicano.

Y de igual forma, el 10 de junio de 1971, se repitió otra matanza contra estudiantes y población civil, justo unos meses antes de llevarse a cabo el Festival de Avándaro.

Uno se podría preguntar: ¿cómo es que los jóvenes -a unos meses de una masacre de esa naturaleza- pudieran tener ánimo de reunirse masivamente a escuchar música?, ¿no parece ilógico?

Hay muchas respuestas posibles, no hay una...

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