Zona submetropolitana / Altísimo pedorraje

México es un país conservador. O mejor dicho, México es un país en el cual sus gobiernos se caracterizan por ser conservadores.

En los países conservadores se favorece la consolidación de sus tradiciones sociales y políticas. Los gobiernos se vuelven enemigos de los cambios políticos, sociales o económicos y para lograrlo invitan a sus amigos y conocidos a dirigir las áreas centrales de gobierno

Son continuistas en sus formas de organizarse y, antes que ninguna otra cuestión, favorecen la amistad de sus allegados. Por eso no les es fácil construir un Proyecto de Nación.

En México no existe un Proyecto Nacional. No existe un grupo sólido de ideas sentidas y apoyadas por una parte importante de la sociedad y puestas en práctica por una estructura de poder.

Vivimos en un mundo de ideas creadas y dirigidas por los pocos personajes que gobiernan el país. Por eso es imposible imaginar cambios reales con todo lo que digan, prometan o hagan.

Nos gobierna un grupo de amigos, que sigue las ideas de fortalecer el "libre mercado", afianzado en la época de Carlos Salinas de Gortari.

Y ese grupo de amigos, es uno de los actores clave para facilitar o impedir el cambio de una sociedad.

Vivimos en un país que no escucha los gritos de la gente.

Se trata de una nación donde sus grupos gobernantes se aferran al poder y lo reproducen infinitamente para no perderlo.

Los ejemplos sobran de todos los líderes y dirigentes corruptos, corruptores, corrompibles, corrompidos, o corroídos que se amparan, bajo el águila nacional, en la marca del gran negocio que es: Estados Unidos Mexicanos S.A. de C.V.

Para ellos, la amistad es importante... ¿o no?

LOS AMIGOS DE ATLACOMULCO

Pensemos en Luis Videgaray (Hacienda), Gerardo Ruiz Esparza (Transportes) y Luis Enrique Miranda Nava (Gobernación).

Videgaray, en el Estado de México, manejaba el dinero. Gerardo Ruiz hacía las grandes obras materiales y definía a qué empresarios amigos se le concesionaba, mientras que Miranda Nava les daba el aval político.

Era la tercia de amigos que mantenían el control económico, empresarial y político, en el Estado de México, cuando Peña Nieto fue gobernador en el Edomex.

Hoy, esos tres personajes, están en cargos importantes en el gobierno federal.

Y sus negocios son los mismos: acuerdos multimillonarios, favorecer grandes grupos empresariales, corrupción, compadrazgos, nepotismo, opacidad en los contratos de obra, saqueo de los recursos naturales y represión a los opositores.

Por eso no...

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