El Zócalo tiene un Límite

AutorCésar Huerta

México.- La noche del sábado estuvo plagada de juegos pirotécnicos y fervor patrio para millones de mexicanos. En el caso de Alicia Villarreal y el grupo Límite, ésta fue una de las fechas más felices de su vida, ya que finalmente cumplieron su sueño de cantar en el Zócalo capitalino ante más de 150 mil espectadores y lanzar un viva al Presidente de la República.

"¡Viva México, raza!... y ahora, un grito para Vicente Fox, un grito de júbilo, ¡vamos!", solicitó envuelta por la euforia la chaparrita en algún momento de su concierto Y es que fueron muchas las emociones de la noche: por vez primera en su carrera y con los ojos puestos en el Palacio Nacional y la Catedral Metropolitana, el grupo regiomontano fue la antesala para que un Mandatario lanzara el tradicional Grito de Independencia y ondeara el lábaro patrio.

A las 21:05 horas, en el marco de los festejos organizados por el Instituto de Cultura de la Ciudad de México, Alicia y el grupo subieron a uno de los dos foros colocados en la parte norte de la explanada, para comenzar una hora y media de luz y música ante los gritos desaforados de algunos de sus fans.

Vestida con un pantalón negro de mariachi y un chaleco rojo, la intérprete inició la noche mexicana con "Sentimientos", que de inmediato fue motivo de baile entre los presentes, y "Te Aprovechas", que fue una de las más coreadas de la jornada.

Acababa de actuar la cantante Sol Moreno y la adrenalina estaba ya presente. Muchos asistentes en primera fila traían consigo telescopios provisionales y algunos portaban pequeñas pancartas con el nombre de Alicia.

"¿Cómo están?+ ¡buenas noches!+ A ver, mexicanos, ¡un grito por México!", exclamó aún con nervios en su primer diálogo con el público.

El show continuó con "Yo Sin tu Amor" y un popurrí al que le siguieron los éxitos "El Príncipe" y "Acaríciame". Y mientras la pantalla gigante mostraba a una Alicia ejecutando sus movimientos con los brazos y pequeños giros de sus pies, abajo del escenario algunas personas cayeron desvanecidas por el sopor y pequeños empujones.

"¡No se avienten, raza!", clamó la chaparrita una vez que se dio cuenta de lo que pasaba.

Y sí. Dio resultado. Los empujones cesaron y las asistencias médicas dejaron de actuar. Sólo los elementos de seguridad se...

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